Con una segunda mitad redonda, Atlante mandó oficialmente a Ciudad Juárez a la Liga de Ascenso, al golearlo 3-0. (Jam Media)
Heridos del corazón, los Indios no tuvieron más fuerza para la lucha por la permanencia en Primera División. Llora Ciudad Juárez, que se tuvo que tragar el descenso matemático de su equipo a la distancia.
De nada sirvió la motivación y el tiempo que se ganaron con la victoria ante el Querétaro de la jornada pasada, la escuadra fronteriza viajó a Cancún para entregar, sin meter las piernas, lo poco de esperanza que sostenía su futbol. Un contundente 3-0 del Atlante cerró el descenso, castigo inevitable, tras acumular 27 encuentros sin ganar.
La Tribu inició el encuentro con las precauciones que su condición en la Liga señalaba tomar. Ni todos al frente, ni todos atrás, aunque el equilibrio no llegó de la forma en que esperaba el técnico Gabino Amparán.
Luchar 90 minutos, después del respiro por el triunfo de la jornada anterior, no aliviaría las dolencias de un año atrás. Los Indios no aguantaron el embate de los Potros, quienes con un par de jugadas dieron cuenta de los sueños de una ciudad que veía en el futbol de Primera el escape perfecto a sus problemas.
Fano abrió las puertas del averno para La Tribu al minuto 55 y las dejó abiertas para el segundo tanto de los atlantistas, que consumó José Joel González (66').
La anarquía que vivió el conjunto juarense se consumó con el penalty y expulsión del arquero Christian Martínez, que originó el 3-0 definitivo, al 85'. Daniel Frías la hizo de portero los últimos minutos, pero ni el gran corazón del "Maleno" pudo evitar el destino del equipo. Giancarlo Maldonado hizo efectivo el cobro.
El final del encuentro fue terrible para los de Juárez, porque les llevó a una realidad que buscaban evadir, a pesar de los errores del pasado. Miradas al suelo, brazos sin fuerza, ojos de vidrio por las lágrimas del corazón, los Indios se vinieron abajo con el silbatazo final.