Gran categoría muestra el joven Antonio Lomelín júnior, nacido en la Comarca Lagunera, que ahora triunfa en los ruedos de España. El pasado 6 de septiembre triunfó en Albacete. (Especial)
El novillero Antonio Lomelín júnior cortó dos orejas y rabo en el Festival de las Festividades, celebrado el 6 de septiembre, en donde alternó con los también triunfadores Julián López "El Juli", Manuel de Jesús "El Cid", Matías Tejeda y José María Manzanares.
Excelentes ejemplares envió para este festejo la ganadería de Daniel Ruiz, lo que permitió el lucimiento de los alternantes, en una tarde soleada y ante un lleno absoluto en el escenario. El español José María Manzanares indultó a "Rejonero", cuarto novillo de la lidia ordinaria.
Antonio Lomelín vistió traje corto color pata de gallo y recibió con el capote lanceado a la verónica. A continuación realizó un quite en los medios con chicuelinas con clase y hondura, que arrancaron las primeras palmas del respetable.
"Rejonero" resultó un gran novillo, sin malas ideas y que poco a poco se entregó a la labor del joven novillero. Brindó al respetable y empezó a torear por alto, calando el lado derecho, aprovechó las embestidas claras de su astado, al que sometió desde un principio, para posteriormente meter la espada en buen sitio, para que el novillo rodara sin puntilla.
El novillo brocho/negro y tresañero pesó 350 kilos y cuando cayó sobre la arena los tendidos se pintaron de blanco; el juez le concedió las dos orejas y el rabo. Lomelín júnior dejó su sello propio, ya que nunca le afectó alternar con las grandes figuras del toreo mundial, con quienes estuvo esta tarde.
Antonio se encastó al ver las grandes faenas que bordaron sus alternantes, desde que saltó al ruedo enseñó aplomo y toreó como un grande, nunca se dejó ganar terreno. Esta actuación indica que está en gestación una nueva figura de la fiesta brava en México, a quien a pesar de ser tan joven ya se le conoce como hijo de tigre pintito. Resultó un festejo inolvidable, ya que cada uno de los alternantes cortó las dos orejas y el rabo, aunque al novillo de Manzanares le concedieron el indulto.
