EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Los cien días

No hagas cosas buenas...

ENRIQUE IRAZOQUI

No cabe duda que una de las cosas inexorables es el paso del tiempo. Hace apenas cinco días, el alcalde Eduardo Olmos cumplió ya cien días al frente del Municipio de Torreón. En este periodo de tiempo se utiliza como costumbre hacer un análisis del perfil que tendrán las administraciones que han tomado apenas el cargo y se considera que es ya un espacio suficiente para ir tomándole el pulso al perfil de las nuevas autoridades de los ayuntamientos.

En este caso no es la excepción y es importante contextualizar los tiempos que se viven y los años y meses previos para poder intentar hacer una descripción equilibrada del flamante alcalde.

Primero que nada, Olmos Castro, quien ya lleva algo como 20 años dedicado a la política dentro de su partido, es un designio directo del gobernador Humberto Moreira, quien junto con su hermano Rubén y su círculo muy cercano de colaboradores, han sabido explotar al máximo las facultades legales y de hecho para poder hacerse del control político absoluto en todo Coahuila. En el caso de Torreón, como es el segundo municipio más poblado de la Entidad, y cabecera de un área conurbada de más de un millón de habitantes, era preciso para ellos diseñar la estrategia para hacerse de ese reducto, y trabajaron para ello.

Cuando en 2005 Moreira triunfa en las elecciones estatales con claro margen, pero sufre un revés en el Ayuntamiento hoy presidido por el propio Olmos, el gobernador se fijó en la mente completar su cuadro de medallas electorales, -tal como a la postre lo haría- y para ello determinó que Eduardo Olmos sería la persona con quien se haría cargo de Torreón. A la vez, el hoy edil había perdido no por mucho margen la propia alcaldía 4 años atrás, elemento que seguro evaluó el profesor al haberlo seleccionado para la tarea que ya se ha cumplido.

Sin embargo, parece que las cuentas por supuesto que no son lo que se esperaban, aunque también en lo que a él concierne, hay un punto bueno para anotarle.

Desde el primer día, la ciudad ha recibido un mantenimiento general sensible, particularmente en repavimentación, remozamiento general y reparación de alumbrado público, pero todo ello es bajo el cobijo del Gobierno Estatal. Ha habido eventos en que el gobernador simplemente es la figura y los demás son meros acompañantes. Por otro lado, está también la postura firme y responsable que mantuvo durante el paro que realizaron los policías de Torreón para tratar de remover al nuevo director, general brigadier Bibiano Villa, y a la postre el presidente municipal salió fortalecido de esa encrucijada.

Por otro lado, por supuesto que hay muchos lamentos. El principal sin duda es que rápidamente en la administración de Eduardo Olmos empiezan a aparecer los vicios de siempre en la administración pública. Y lo peor de todo, es que ahora sus huestes han adoptado los defectos de sus rivales políticos: la hipocresía. Ahora las cosas son al revés, cuando el PAN llegó al poder rápidamente adoptó las prácticas corruptas del PRI, y ahora cuando el partido tricolor ha vuelto a gobernar municipalmente, son también hipócritas y hasta cínicos.

El mero ejemplo del cochinerillo que hicieron con el negocio de impresión de recibos de Simas sin licitación y con el domicilio de la imprenta en la oficina del tesorero Pablo Chávez Rossique, y la respuesta de éste cuando fue cuestionado por el hecho, dan muestra de que poco les importa ya ser exhibidos.

El contralor Lauro Villarreal se ha dedicado más a forcejear para establecer sus feudos que colaborar con un buen desempeño municipal.

Una aventurada conclusión entonces es que el beneficio es que nuevamente hay obra en Torreón, con el terrible problema de seguridad pre existente y que Olmos hace lo conducente de acuerdo a sus facultades, y un desempeño de sus colaboradores deplorable en lo general que tiene paralizada y en completo desorden, con el costo que significa, mismo que se paga con el dinero de todos.

El día de ayer una nota de El Siglo de Torreón consignaba con claridad que Eduardo Olmos presumía el apoyo del Gobierno del Estado, y casi nada más, aunque el panorama general muestra serias complicaciones, no se debe decir que las cosas marchan de la mejor manera posible.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 516457

elsiglo.mx