Peligro. Las escuelas son uno de los sitios donde los menores tienen acceso fácil a los cigarros al comprarlos en tiendas cercanas, o bien, si lo comparten con algún profesor o compañero.
Niños y adolescentes acceden con facilidad a un cigarro porque en las misceláneas cercanas a su escuela se los venden sueltos; pero en ocasiones ni siquiera tiene que salir pues algún maestro se los puede facilitar y hasta juntarse con él para fumar.
LOS ENCUENTRAN AFUERA
Miguel Ángel Aragón Contreras, titular de la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado (Coprised), reveló que se han asegurado mil cajetillas de cigarros en misceláneas que los venden sueltos y están cercanas a las escuelas, por expenderlos a menores de edad.
Los expedientes de los establecimientos infractores se analizan a nivel federal y allá se delibera si se sanciona.
La Coprised ha multado a diez sitios vecinos a centros escolares; el monto va de 20 mil a 30 mil pesos, cuando son reincidentes; se les amonesta dos veces y a la tercera se aplica la multa.
La vigilancia en las tienditas es constante y se ha intensificado el trabajo en aquellas que podrían representar peligro para los estudiantes. Está prohibida la venta a menores.
Ilegal
Mil cajetillas de cigarros ha incautado la Coprised en tiendas donde se venden a menores de edad, muchas de ellas cercanas a escuelas.
Medidas
Alumnos y maestros comparten los cigarros
Manuel Salazar Enríquez, director del Instituto de Salud Mental del Estado de Durango (ISMED), comentó que se trabaja en la impartición de talleres de concientización en las escuelas para estudiantes y profesores en temas de adicciones, "hoy en día maestros y alumnos llegan a fumar juntos, se pasan los cigarros en el baño", enfatizó. Además, si un niño ve fumar a su profesor lo tomará como ejemplo.
La medida de certificar los edificios como libres de humo es favorable pero no suficiente. El Director demandó que los catedráticos estén capacitados para identificar problemas con adicciones en el cuerpo estudiantil para canalizarlos a las instituciones donde se les brinda ayuda.
También la detección de problemas psicoemocionales por divorcios, los cambios hormonales, conflictos personales o depresión sería una estrategia para prevenir el suicidio y la incursión en actividades ilícitas. El objetivo es que el niño llegue a la adolescencia con salud mental; de lo contrario, los efectos serán negativos.