Precaución. Los titulares de instituciones privadas toman medidas de seguridad ante posibles extorsiones o amenazas.
Las medidas de seguridad en los distintos centros educativos particulares se han ido mejorando, con lo que se intenta proporcionar estabilidad tanto a los directivos, maestros, administrativos y, desde luego, a los alumnos.
La directora general del Centro de Enseñanza Integral de Durango y miembro de la Asociación Duranguense de Escuelas Particulares (ADEPAC), María Elena Ánima Aldaba, señaló que hasta el momento y afortunadamente no se ha dado ningún caso en que los directivos hayan sido extorsionados vía telefónica.
REUNIONES
Aseguró que para esta situación y en las juntas de ADEPAC, se ha comentado del tema por lo que han acordado algunas medidas de seguridad, especialmente por aquellos colegios donde se ubican familias con mejor posición económica.
"No manejamos información personal, y algunos datos de manera muy discreta; además, tenemos un código de honor: si recibimos una amenaza hasta de un alumno o de algún maestro se corre la voz de lo sucedido para estar alertas de la situación", advirtió.
La también maestra en psicoterapia humanística dijo que es importante tener el conocimiento, porque eso da poder y ésa es una manera más sana de poder defenderse.
"Si se trata de algún alumno o de un maestro el problema, nos preguntamos por teléfono sobre una sitaución en específico. En el caso de los papás se ha creado una red de seguridad", dijo.
Declaró que una de las medidas que se ha realizado en favor de los alumnos es no hacer trabajos en equipo que implique su salida por las tardes o en un horario que no corresponde al escolar, esto como parte de las reformas educativas con competencias, donde se procura que estos trabajos se manejen través de internet.
Comentó que hasta el momento no se ha registrado ninguna de estas extorsiones a los directivos, pero ya tienen una serie de claves y mensajes, se comunican vía telefónica en cadena para su protección.
"En el caso de nuestra escuela, los alumnos antes se quejaban porque la puerta está cerrada con candado y pedimos toda la información de quién sale o entra; ahora los papás están contentos de que se haga así, dadas las circunstancias, no les extraña que se les cierre las puerta, y eso ha sido una garantía".
