PARA NADIE ES DESCONOCIDO el problema del arsénico en el agua que a diario bebemos todos los que habitamos esta Ciudad de Torreón. Las autoridades están ciertas del problema, las asociaciones o grupos representativos de la industria, el comercio o los servicios en nuestra comarca, también están ciertos de ese grave problema. Todos lo sabemos y lo conocemos.
LA ACADEMIA y las universidades son conscientes del peligro que representa para los torreonenses seguir bebiendo un agua fuera de las normas aceptadas para cualquier ciudad medianamente civilizada. La presidencia municipal ha señalado el riesgo en que nos encontramos todos por el agua de pésima calidad que tomamos a diario. La Conagua habla todos los días del mismo problema. Simas se refiere a él constantemente y los medios informativos de la Comarca se ocupan insistentes sobre el arsénico en los pozos que proveen a los habitantes de nuestra ciudad del vital líquido.
POR LA PUBLICITACIÓN no ha quedado, pero hasta ahí ha llegado la sociedad en su conjunto. No se ha visto que el asunto se tome en serio o que se busque una en verdad una solución a dicho problema. Todos opinamos, escribimos, decimos, comentamos en cafés y tertulias, pero en concreto la sociedad se ha quedado estática.
PARA RESOLVER a fondo el problema, primeramente sería necesaria la organización de los diversos grupos representativos de nuestra comunidad de tal manera, que se constituyera una entidad que se abocara y encabezara las tareas para resolver el problema. Se podría pensar en constituir una asociación ciudadana que fuera el interlocutor válido frente a las autoridades a sus tres niveles de gobierno; que llevara un seguimiento de las gestiones, de las propuestas, los estudios y puntos de resolución, de tal manera que a través de esa organización ciudadana y apartidista, se pudieran canalizar los dispersos esfuerzos que hasta hoy se han venido haciendo y sin ningún resultado efectivo.
EL TEMA DEL ARSéNICO en el agua de nuestra ciudad, tal y como se ha visto en los últimos años, podrá seguir igual por otros cincuenta o cien años más. Se trata de un tema, que poco interesa a Conagua y autoridades conexas, que solamente ha servido como sabroso tema para pláticas caseras o comentarios en los medios, en donde la mayoría de los opinadores generalmente se rasgan las vestiduras al tratarlo y no se llega a nada.
SIN LA ORGANIZACIÓN de la sociedad será muy difícil que no imposible, que este asunto sea resuelto. Para ello sería necesario crear una entidad que de manera institucional y permanente, presiones a los tres niveles de gobierno; que sea un interlocutor válido y respetable frente a ellas y que pueda llevar un seguimiento de este delicado asunto y de los pasos o resoluciones que den las autoridades. Solamente de esta manera, los esfuerzos individuales ya no se perderían miserablemente como ha sido hasta ahora.
BUENO ES, una opinión.
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