Los fumadores en la era de la prohibición

Deportistas, religiosos y políticos, defienden el derecho a ejercer su hábito de fumar, aunque la sociedad los juzgue como viciosos. Algunos han sido criticados por la prensa, mientras otros guardan en el clóset su gusto por el tabaco, para preservar su imagen pública y de congruencia.

Asegura que por ningún motivo dejaría de hacerlo y dice tajante: "Sé que me matará, pero estoy dispuesto a pagar el precio de este placer". La respuesta proviene de José Luis Sánchez Solá, conocido como "El Chelís", director técnico del equipo de fútbol del Puebla, quien durante poco más de 30 años ha sido un fumador habitual.

Hoy consume, por día y sin remordimiento de conciencia, dos cajetillas. "El Chelís", sobrenombre con el que le gusta que le llamen a Sánchez Solá, puede presumir la satisfacción que le causa el tabaco en cada bocanada, pero también de ser una de las pocas figuras públicas que no se esconde en el clóset para fumar.

Las únicas limitantes para este estratega, son las reglas impuestas en 2008 por la Federación Mexicana de Fútbol, que prohibió fumar en la banca o en el área técnica durante los partidos.

"Procuro también no fumar delante de los niños, porque como figura pública en el ámbito deportivo puedo ser tomado como ejemplo. Respeto a los que no les agrada el tabaco, pero también a los que sí", dice "El Chelís", quien reconoce que muchos deportistas sólo pueden fumar dentro del clóset o a escondidas por preservar su imagen. Así, las anécdotas de los fumadores en este medio se conocen sólo por las pláticas de boca en boca.

 CUANDO SE PROCURA UNA IMAGEN

Es así como Pablo Larios, portero de la Selección Nacional en el Mundial de México 1986 y de los cañeros del Zacatepec, esperaba que sus compañeros salieran a la cancha para él poder fumar un cigarrillo previo a su actuación como arquero. Se conocen también las encerronas familiares que hacían los jugadores del club Atlante, donde sin presión de las cámaras y el público podían fumar.

Al clavadista Fernando Platas se le vería fumar unos meses previos a su retiro oficial en 2004. Se conoce de su adicción a la nicotina del actual director técnico del Santos, Rubén Omar Romano y de Ricardo Antonio Lavolpe, ex director técnico de la Selección Mexicana.

Pero un caso que se convirtió en polémico fue el de Nery Castillo, ex seleccionado mexicano de fútbol, captado de manera in fraganti fumando una noche previa a un partido entre México y Ghana.

Apenas el sábado Cuauhtémoc Blanco se convirtió en el tema de debate. Un medio de comunicación dio a conocer imágenes en las que se veía fumar y tomar cerveza al futbolista en el cuarto de hotel en Herzogenaurach, Alemania, hecho que desató cuestionamientos por su actitud a sólo 14 días del partido inaugural entre México y Sudáfrica.

Son los deportistas, pero también los maestros, los médicos, los sacerdotes y los políticos, quienes guardan en el clóset su gusto por el tabaco, para preservar su imagen pública y de congruencia.

 MÁS ALLÁ DEL CUIDADO EXTERNO

María Luisa Simón, directora general de la firma Imagen y Protocolo, asegura que hoy se ha convertido en una sugerencia inevitable para las figuras públicas el dejar de fumar. "Hace todavía una década, quien tenía un cigarro en la mano denotaba status, inteligencia, poder, experiencia y en el caso de las mujeres, glamour. Hoy, la sociedad rechaza cada vez más a los fumadores los relega".

Asegura que ahora la conservación de una buena imagen no sólo depende de lo que se proyecte de manera externa con la personalidad, sino también de las condiciones internas del estado se salud mental y bienestar físico.

Además de que el hábito de fumar reduce las expectativas de vida, Simón resalta que este hábito causa daño al cabello, provoca un aliento desagradable casi permanente en fumadores habituales y dientes de color amarillo.

Aumenta las arrugas en ojos y labios, deteriora la voz y en las mujeres causa desórdenes en el ciclo menstrual, puede provocar menopausia prematura, osteoporosis, y daños cardíacos, debido al deterioro en la producción de estrógenos.

Lo cierto es que los fumadores de clóset o no comparten los mismos riesgos. La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) informó en días pasados que en lo que va del año ha habido 30 mil muertos a causa del tabaquismo y se prevé cerrar 2010 con 56 mil fallecimientos.

 LAS CIFRAS

El 31 de mayo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra El Día Mundial Sin Tabaco, cuyo objetivo es señalar los riesgos que supone esta sustancia para la salud y fomentar políticas eficaces de reducción de dicho consumo.

Según la OMS, la ingesta de tabaco es la segunda causa mundial de muerte, tras la hipertensión, y es responsable de la muerte de uno de cada 10 adultos.

Ante estas cifras las leyes han modificado las dinámicas sociales desde 2000. El entonces presidente Ernesto Zedillo expidió el reglamento sobre el consumo del tabaco, en el que quedaba estrictamente prohibido fumar en edificios públicos de la federación, así como sus organismos públicos autónomos como tribunales y Congreso.

Desde abril de 2008, en el Distrito Federal se aplica una ley que prohibe, a condición de multa, fumar en restaurantes, oficinas, bares, industrias, cines, escuelas, auditorios y hospitales, salvo que tengan terrazas. No obstante, todavía después de las disposiciones a muchos legisladores se les "ha pescado" in fraganti fumando un cigarrillo.

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