Los libros permiten un desarrollo mental ilimitado
La competencia siempre va en aumento, primero era la televisión, ahora la disputa es entre los videojuegos e Internet, pero entre los tres cada vez más desplazan al libro en la lucha por captar la atención de los niños para echar a volar su imaginación.
Los libros distintos a los de texto obligatorios en la escuela, cada vez más son relegados por los niños y sus padres en el hogar, pasando por alto que son la herramienta principal para ejercitar la mente y permitir una desarrollo mental ilimitado.
La maestra María Margarita Martínez Pérez considera “difícil tener una pequeña biblioteca en casa por la actual situación económica”, pero dice que “las bibliotecas públicas se convierten en una buena opción para los niños y jóvenes, que desean cumplir con su tarea escolar o adentrarse al mundo del conocimiento”.
Las familias quisieran tener mayor oportunidad de libros para sus niños pero no siempre se puede. En las bibliotecas existe una sala especial, que es la sala infantil, en donde desde luego no se encuentran los libros de texto, sino un sinfín de enciclopedias de todo tipo, desde las generales hasta las especializadas en historia, en geografía en animales, en mil cosas.
En la biblioteca “José García de Letona” de la Alameda Zaragoza, se cuenta con un área infantil, donde hay libros de consulta donde se pueden profundizar temas de Matemáticas, de Historia, de Español, así como cuentos diversos para los niños, pequeñas novelas para los de 12 años en adelante, y una cantidad de materiales informativos que les pueden ayudar a enriquecer lo que los libros de texto no tienen.
Padres activos
Los padres de familia deben saber que hay otras alternativas aparte de los juegos de video, la computadora y la televisión, que si bien son instrumentos que bien manejados pudieran darnos buenas pautas informativas, si son mal manejados crean una serie de malos hábitos entre los niños, cuando juegan hasta seis horas seguidas.
“En este sentido, el padre es determinante porque debe estar consciente de que hay otros espacios ricos para sus niños como las bibliotecas, donde los pueden mandar para leer cuentos, o simplemente, un niño puede sacar dos libros prestados, sacar su credencial de préstamo a domicilio y decir ‘hoy voy a escoger estos dos cuentos para llevármelos a casa’, actividad en la que va a involucrar a su familia”, comenta con entusiasmo la profesora Martínez.
Biblioteca casera
Mientras que los padres analizan si las bibliotecas municipales son una buena alternativa, en los hogares donde sí se puede comprar algo de material para la casa, María Margarita Martínez recomienda una enciclopedia básica “que nos saca de muchas dudas de manera general, no muy especializada, donde se puedan consultar los temas generales”.
Pero no basta con tener solamente los libros en casa, “es superimportante, no sólo tenerlos, sino crear un ambiente lector, que se da cuando el papá lee el periódico y que le diga a su hijo, mira lo que encontré y lo comparta”.
La profesora dice que si hay un cuento en casa, que el padre invite a los hijos a leerlo, que empiece y luego se lo deje al niño para que siga y fomentarlo, es positivo “el hecho de que la madre les lea un cuento en la tarde si no todas las noches como sería lo deseable. Recomiendo leer de vez en cuando un cuento”.
