Condiciones. Los vecinos de la colonia Juan Salazar viven en condiciones de alta marginalidad ya que no cuentan con drenaje, agua potable ni energía eléctrica; piden a las autoridades y representantes populares pongan atención en este asentamiento que lleva más de una década de creación, pero donde no se observa un avance en cuanto a desarrollo urbano.
Hace más de diez años que se creó la colonia Juan Salazar, asentamiento en el que se observa un panorama desolador, la pobreza del lugar salta a la vista, la falta de servicios básicos como drenaje, agua potable y recolección de basura son más que evidentes. El Siglo de Durango realizó un recorrido por este asentamiento, el cual por más de una década ha permanecido en el olvido por parte de las autoridades municipales y por los representantes populares que fueron en determinado momento a solicitar el voto.
CONTAMINACIÓN
Las calles sin pavimentar y por donde corren aguas negras, además de la gran acumulación de basura que se concentra en la vía pública y que es quemada por la falta de servicio de recolección de residuos orgánicos, representan un foco de contaminación severo.
El camión verde de la ruta Potreros es de los pocos que se han vuelto testigos de las condiciones de marginalidad en la que viven las personas de este sector de la ciudad que se ubica a sólo diez minutos del Centro Histórico.
INSTALACIÓN DE RED
La señora Zenaida Noriega explica cómo es que apenas inicia la instalación de la red de agua potable después de varios años, pero tanto para ella como para los vecinos lo que más importa en este momento es que también haya servicio de luz.
Mencionó que a las autoridades no les gusta ensuciarse con el zoquete, hace mucho tiempo que no se observa la presencia de algún regidor o un diputado local o federal, en su opinión éstos no hacen recorridos por las calles pobres de la colonia.
En cuestión de seguridad nunca se hacen rondines de los cuerpos policiacos municipales en la zona.
Como jefa de familia y madre de cuatro hijos asegura que ella se hace responsable de sus hijos y parientes que dependen de ella económicamente, como su madre.
Sin embargo, mencionó que algo que pediría a las autoridades es que visiten la colonia Juan Salazar y conozcan las condiciones en que viven cientos de familias por no contar con los servicios básicos.
Tal vez en la familia de Zenaida este último día del año no hubo una cena especial, pero lo que sí existe es la esperanza de que cambien las condiciones del lugar donde se encuentra su hogar.
ZENAIDA NORIEGA
Comerciante
