Durango

'Los niños haitianos sonríen'

Hambre. Los niños se acercaban al campamento para pedir más comida, sólo se hacía si era seguro pues podrían desencadenarse peleas.

Hambre. Los niños se acercaban al campamento para pedir más comida, sólo se hacía si era seguro pues podrían desencadenarse peleas.

CAROLINA HEREDIA

La sonrisa inocente de los niños pareciera borrar la tristeza, el olor a muerte, la desesperación y la carencia que todavía inunda la devastada isla de Haití.

El segundo grupo de voluntarios de la Cruz Roja Delegación Durango conformado por Ricardo Gracia e Iván Alí Vega Matutino recuerdan la experiencia de convivir con ellos en instantes cortos, donde el espíritu infantil siempre se sobrepuso a las ruinas.

 HAMBRE EN LAS CALLES

La Cruz Roja lleva a la comunidad haitiana alimento, la primera necesidad de quienes lo perdieron todo. La entrega más grande fue de más de 6 mil despensas en un día.

Ricardo Gracia tiene 15 años como socorrista en la benemérita institución, su trayecto lo ha puesto frente a damnificados en varias ocasiones, de cierto modo estaba preparado para vivir la Misión Haití.

"Poco quedó en pie... algunas iglesias, para mí fue ver la vida de otro modo y valorar lo que tengo", refirió. En su andar por las calles se percató que los edificios fueron construidos con materiales poco resistentes y probablemente sea una causa por la que se derrumbaron.

Cuando los habitantes ven al personal piden agua y comida, los niños corren descalzos tras los grupos en busca de un producto extra. "Varios le daban de comer a los niños, se iban a la parte trasera del campamento y cuando era seguro, lo hacían", la comida podría convertirse en motivo de pelea.

"¿Quién tuvo más contacto con ellos?", Alí permaneció en silencio con la mirada perdida, tal vez recordando, Ricardo respondió, "él, jugaban con ellos, cantaban, les daban alimento".

 ALEGRÍA

"Todavía no te puedo responder, estoy procesándolo", contestó Alí Vega respecto a su sentir al estar con ellos, para él fue más impactante compartir sus vivencias.

Ambos voluntarios destacaron que "los niños sonríen, es como si no estuvieran conscientes de lo que hay al rededor, o tal vez sí pero lo ven diferente", muchos de ellos estaban solos.

"Fue bajarme de la ambulancia e ir a la verdadera labor de la Cruz Roja, creo que el servicio de ambulancias en México es parte de la incapacidad de los gobiernos para responder, la Cruz Roja ayuda en desastres...", concluyó Iván Alí.

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