Deseos. Amén de los deseos materiales e independientemente de sus creencias, los niños son concientes de que el país necesita paz.
La mayoría de los pequeños duranguenses esperan que este 25 de diciembre Santa Claus, o el Niño Dios, les traiga un carrito, un muñeco de acción, una pelota o una muñeca; sin embargo, algunos desean algo más que juguetes.
Ramón Rentería trabaja personificando al regordete Papá Noel afuera de un centro comercial y ha sido testigo de cómo los deseos de los niños han cambiado en los últimos tiempos.
"Llevo dos años trabajando como Santa Claus, y de un año a otro los niños cambian. Algunos ya no piden juguetes, sino que regrese su papá de Estados Unidos o que sane algún familiar", comenta.
DESEOS
Ramón ha tenido muchas y diversas experiencias en su relativamente corto tiempo que lleva representando a San Nicolás; algunas realmente complicadas.
"En una ocasión un niño pidió que volviera su papá. Yo le pregunté que si estaba trabajando fuera y me respondió que estaba en la cárcel. Son momentos difíciles en los que no sabes qué decir", platica el entrevistado, vestido con el atuendo de Santa.
Además de recibir peticiones y deseos, Santa Claus también debe lidiar con los niños que ya no creen en él. "Es difícil que la ilusión se mantenga, sobre todo como están las cosas y por tanta televisión que ven. Algunos ni se acercan a saludar y otros me preguntan que si de verdad soy Santa".
LOS NIÑOS
Durante la plática con el Santa Claus duranguense, varios niños pasaron a saludar y algunos cuantos a pedirle sus regalos decembrinos.
Al preguntarles que querían de obsequio, la gran mayoría respondía que deseaban un carrito automático o el videojuego de moda.
Sin embargo, una pequeñita de tan sólo seis años pidió dos cosas muy particulares: que se mejorara su abuelita, que tiene problemas de salud, y que no hubiera balazos en Nochebuena, porque "eso siempre me asusta".
Regalos
Muchos niños basan sus peticiones en deseos materiales: carritos, muñecos de acción, pelotas y bicicletas son algunas peticiones.
Tristeza
Hay quienes se enfocan en solicitudes más emocionales o espirituales: que su padre regrese de su ausencia, que mejore la suerte o la salud de sus familias.
Inocencia
Aunque inocentes, muchos niños son conscientes de la realidad delictiva que ocurre a su alrededor: hay quienes piden que cesen "los balazos", ante el miedo que provocan .
Origen de la tradición
La tradición de Santa Claus tiene sus inicios en Europa, como resultado de varias mezclas de culturas y otras festividades. La figura del hombre regordete y el nombre de San Nicolás provienen del misionero Nicolás de Bari, quien se le relacionó con los niños por sus obras caritativas a los pequeñines más pobres de la región de los Balcanes. Cambió a llamarse Santa Claus por una historia holandesa de un viejecillo que se llamaba Sinterklaas que daba regalos a los niños en Navidad. También se cree que se introdujo en diciembre por la antigua celebración romana al dios Saturno, donde al final del año se daban obsequios a los niños. El rojo y el blanco lo introdujo por vez primera una conocida marca de refrescos a principios del siglo XX.