Vulnerables. Las bajas ventas en los pequeños negocios los ponen en desventaja frente a las grandes cadenas comerciales. EL SIGLO DE TORREÓN
Durante los últimos días se ha detectado un fenómeno que ha llamado la atención: pequeños negocios que surgieron gracias a un préstamo autorizado por alguna institución crediticia han tenido que cerrar por las bajas ventas, al no poder competir con los grandes comercios.
El delegado de la Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios de Servicios Financiaeros, Francisco Esparza, dijo que diariamente acuden a la dependencia al menos dos personas que cerraron sus negocios y buscan la reestructuración de su deuda al no poder pagar los intereses de sus créditos.
Y es que las cajas de ahorro y crédito popular se los autorizaron en un momento en que los solicitantes eran solventes, pero ahora se enfrentan con que ya no les pueden pagar. Se trata de negocios de comida, abarrotes, papelería, tiendas de regalos, calzado y ropa. "Desafortunadamente esos negocios han ido cerrando porque se vuelven insostenibles. No pueden competir con los grandes comercios, las utilidades que generan no les permiten obtener los gastos de administración, como renta o luz", refirió. Tampoco logran una utilidad suficiente para el sustento propio y para pagar lo que se les prestó.