En lugar de buscar comer mucho y demasiados dulces, camine, llame a un amigo, escuche música, lea o mímese un poco y vaya al cine.
Es duro pasarse los días sin poder comer de todo, pero es peor para mucha gente dar rienda suelta al apetito por motivos emocionales. Se trata de un fenómeno en que la comida se convierte en la mejor amiga de las mujeres y sirve para subirles el ánimo, calmarles el estrés y aliviarles el aburrimiento.
Esto es un asunto de cuidado que trata Mayo Clinic Women’s HealthSource, cuyos especialistas dicen que la ingesta de índole emocional generalmente conduce a comer en exceso, sobre todo alimentos altos en calorías, dulces, salados y grasosos.
Peligro para ellas
Las mujeres, indican, son particularmente proclives a comer por motivos emocionales y después de ingerir esos alimentos prohibidos, no sólo que se sienten más culpables sino menos saludables que los hombres.
Los expertos nos cuentan que la conexión entre estrés e ingesta posiblemente se origina en la química cerebral. Ante una amenaza real, se produce la reacción del síndrome de lucha o fuga, suprimiéndose temporalmente el apetito.
Frente al estrés constante, problemas de salud, relaciones interpersonales difíciles o demasiado trabajo, muchos recurre a alimentos con alto contenido calórico y graso para buscar consuelo, mencionan.
Caminos de escape.
Mayo Clinic Women’s HealthSource ofrece las siguientes sugerencias para entender y superar esa ingesta de índole emocional:
Aprender a reconocer cuándo es genuina el hambre. El sentir ansias por cualquier hojuela frita o galleta poco después de la comida posiblemente es hambre emocional, no hambre verdadera.
Identificar los desencadenantes para comer. Mantener un diario puede ayudar a encontrar patrones para la ingesta emotiva, tales como emociones y sentimientos producidos por la comida, cantidad y momento de comer, así como los sentimientos que surgen después de hacerlo.
Buscar consuelo en otra parte. No busque caramelos, mejor camine, llame a un amigo, escuche música, lea o mímese y vaya al cine.
Controlar el estrés de manera sana. El objetivo es disminuir el estrés con tácticas sanas, entre ellas, hacer ejercicio regularmente, descansar de manera adecuada y recibir apoyo de familiares y amigos.
Practicar una alimentación focalizada. Focalizar es una forma de prestar atención conscientemente, sin juzgar. Al aplicarlo a la ingesta, puede ayudar a aumentar la conciencia sobre sensaciones, emociones y pensamientos ligados a la comida y a la ingesta misma.
Para los especialistas en salud hay que desechar alimentos insalubres y evitar acumular en armarios o refrigerador comida reconfortante con alto contenido calórico y, en su lugar, considerar otros ricos y sanos, como un plato de sopa de tomate o una taza de té.
Dicen que ingerir una alimentación balanceada y refrigerios sanos es mejor, lo mismo que optar por refrigerios de bajo contenido graso y calórico, como frutas frescas o palomitas sin mantequilla.
Estos consejos son buenos, sobre todo en épocas como el fin de año cuando las comidas son inevitables.
Expertos recomiendan probar de todo y rehuir a platos cargados con mucho alimento.