Los platillos de la Cuaresma, una 'rica' tradición

La temporada de Cuaresma es también una oportunidad para disfrutar las variedades de platillos que por tradición se preparan los viernes en los que según la costumbre católica, no se deben probar las carnes rojas.

Desde tiempos de la Nueva España, la fusión de la cultura occidental con la indígena se reflejó en un cambio de los hábitos alimenticios de las fiestas religiosas, para adaptarlos a los usos y costumbres que exigía el ritual del catolicismo.

En la Cuaresma se privilegia el consumo de leguminosas, pescados, mariscos y vegetales como los nopales.

Aunque expertos en nutrición recomiendan que dichos alimentos se consuman durante todo el año por su alto valor nutritivo, su ingesta se eleva significativamente durante esta época por quienes profesan el catolicismo en nuestro país.

Mayela Ruelas se dedica desde hace 45 años a vender pipián y en los últimos diez, cocina para los comensales que acuden al mercado Juárez; como cada año, el menú de los viernes se centra en los platillos ya conocidos por los mexicanos, algunos de los cuales son, en su esencia, prehispánicos.

Y es que el pipián que adereza las tortas de camarón y los nopales, está hecho a base de semilla de calabaza y maíz, además de chile tipo ancho, cascabel y pitilla, así como algo de almendras.

Los nopales son un importante componente de los platillos de la Cuaresma, pues éstos suelen sustituir al camarón que por su alto costo, no está al acceso de una mayoría de familias.

Otro de los platillos que prepara Mayela es la sopa de habas, además de lentejas y garbanzos, cada uno de los cuales aporta nutrimentos esenciales al organismo humano y además, son de muy bajo costo y se pueden preparar de diferentes formas; acompañados con pollo, sazonados con cilantro o tomate.

Éstos, junto con los postres de capirotada y las torrejas, forman parte de los llamados siete platillos por la comunidad católica.

La capirotada ofrece una rica variedad de hidratos de carbono gracias al pan frito mezclado con cacahuates, coco rallado, pasas, plátano y grajea, mientras que las torrejas son igualmente, pan con cubierto de huevo bañado en miel de maguey.

Mayela refiere que el costo del camarón es alto, 160 pesos el kilogramo, pero no ha podido subirle el precio porque las familias están en una difícil situación.

"Se vende menos, pero hay que seguir intentando".

 FUENTE: MAYELA RUELAS