La lucha por la legalización de 11 millones de migrantes indocumentados representa el nuevo estandarte de los derechos civiles en Estados Unidos, subraya el periodista Jorge Ramos, quien como otros tuvo que viajar a aquél país para encontrar las oportunidades que le fueron negadas en México.
"La lucha en los Estados Unidos está muy marcada, primero era luchar contra Gran Bretaña, luego contra la esclavitud y luego contra la discriminación, los afroamericanos no pudieron votar por muchísimo tiempo y ahora la gran lucha es que 11 millones de personas... son tratados, a veces, casi como esclavos y viven en situaciones terribles, escondiéndose, los están persiguiendo", asegura el comunicador de Univisión.
"Así que el siguiente paso en la lucha de los derechos civiles en Estados Unidos es que a los mexicanos, como nosotros, los traten con respeto, los traten como iguales. La declaración de independencia de los Estados Unidos claramente dice que todos los hombres y mujeres deben ser tratados como iguales. Bueno, hoy en los Estados Unidos hay 11 millones de personas que no son tratadas como iguales", advierte el periodista en entrevista con EL UNIVERSAL.
Y las cosas, alerta, podrían empeorar si los republicanos llegan a ganar las próximas elecciones, con un grupo conservador como Tea Party a la cabeza. Ramos considera que podríamos esperar peores condiciones de persecución contra los migrantes en los próximos cuatro, ocho o 12 años.
Jorge Ramos ha sido titular del Noticiero Univision desde noviembre de 1986 y es considerado como uno de "los 25 hispanos más influyentes de Estados Unidos" por la revista Time. Además la revista Latino Leaders dice que es uno de "los 10 Latinos más admirados en Estados Unidos" y de los "101 líderes de la comunidad hispana."
People en Español lo incluyó en su lista de los 100 latinos de mayor influencia en Norteamérica.
Ramos también migró, como muchos por no sentirse satisfecho con lo que su país le ofrecía, pero a diferencia de la mayoría de mexicanos en EU, lo hizo "con papeles", fue a estudiar y ahí encontró la oportunidad de ejercer su oficio.
"Había muy pocos espacios. Los medios escritos eran los que se atrevían a decir más, teníamos que aprender a leer entre líneas. Yo crecí en ese México, yo creí que me iba a morir con el PRI en el gobierno y decidí irme porque yo no quería ser un periodista censurado, y después de un incidente de censura me fui", dice en las oficinas de Univision en México.
Ramos reconoce que la migración seguirá hasta que no haya aquí acceso a la educación, a la movilidad social y al trabajo.
"México no puede crear suficiente trabajo para sus mexicanos, por eso tanta gente se sigue yendo y lo seguirá haciendo.
"La necesidad mantiene el flujo de migrantes. La aspiración a una mejora en la calidad de vida es suficiente para soportar discriminación y racismo. Ramos citó un reporte de The New York Times en el que se indica que si se es mexicano o hispano se tienen ocho veces más posibilidades de ser detenido por la policía que si se es un blanco anglosajón en Arizona.
"Además si se es latino se tienen tres probabilidades más de ser detenido sólo por el color de piel y el acento que se tiene al hablar inglés, apunta el comunicador.
La llegada del demócrata Barack Obama abría la esperanza de una reforma migratoria que beneficiaría a millones de indocumentados. Sin embargo, ésta y el desempleo son dos grandes pendientes en la administración de quien prometió ser el presidente del cambio.
"Mira -puntualiza-- cuando llega Barack Obama a la presidencia muchos queríamos pensar que era el fin del racismo en Estados Unidos, que un país que vivió en la esclavitud, que vivió con muchísima discriminación y racismo durante décadas de pronto pone a un presidente afroamericano...seguramente los prejuicios habían desaparecido, pero nos damos cuenta que eso no es cierto. El racismo sigue creciendo en Estados Unidos y lo mejor de Estados Unidos son sus oportunidades. A mí me dio oportunidades que México no me pudo dar, pero al mismo tiempo la discriminación sigue existiendo".
"El presidente Obama ha cumplido en la reforma al sistema de salud y en la salida de fuerzas militares de Irak, pero los 23 millones de desempleados pesan más"
"El presidente del cambio, porque así se presentó, no ha sido un cambio completo, ha sido un cambio light. Y sino cumple lo botan", alertó.
Ante un panorama donde los republicanos ganarían las próximas elecciones, con un grupo conservador como Tea Party a la cabeza, Ramos alerta que podríamos esperar peores condiciones de persecución contra los migrantes en los próximos cuatro, ocho o 12 años.
La juventud, motor de cambio
México padece falta de oportunidades, concentración de riqueza en unos pocos, pobreza, desigualdad y violencia. Sin embargo, Ramos reconoce que éste es un país distinto al que dejó, ya no es tan cerrado y sobre todo hay una generación que no está dispuesta a creer sin criticar.
"Yo sigo a muchos jóvenes mexicanos a través de Twitter y Facebook y me sorprende la energía, la creatividad, las ganas que tienen para cambiar las cosas y cómo no se creen absolutamente nada. Eso me parece muy saludable, creo que estamos frente a una generación de mexicanos que ya no están dispuestos a dejarse de nadie, ni de sus papás ni de los sacerdotes ni de la iglesia ni del gobierno, creo que eso perfila un futuro mejor para México".
Ramos reconoce que hay muchos pendientes, la educación es uno de los principales.
"El acceso a la educación es lo que tienen que pelear los jóvenes por sí mismos, nadie lo va a pelear por ellos", finaliza.
Ramos fue entrevistado antes de que el Senado de Estados Unidos rechazara la propuesta del Dream Act, que hubiera permitido a más de dos millones de estudiantes indocumentados egresar de preparatoria e ingresar a la Universidad.
El periodista destacó la importancia de que los jóvenes hispanos presionaran a los senadores para que se aprobara esta iniciativa que finalmente fue bloqueada por falta de cuatro votos.
Aún así, el periodista percibe un panorama con grandes posibilidades de mejoría donde la organización y lucha ciudadana, tanto de migrantes como de jóvenes, podrán transformar las condiciones de desigualdad.
