Mamá no mima, pero el oso sí
Más que intentar eliminar lo que creemos malas costumbres de nuestros hijos, como el osito de peluche al dormir, la cobijita o el juguete que lleva a todos lados, deberíamos de pensar en la calidad de tiempo que les damos, desde que nacen hasta que alcanzan una madurez que les permite ser un poquito más independiente de la madre.
La psicóloga Ivone Carrillo Nuñez, comentó que el objeto que el niño elige en los primeros meses de vida, en cuanto la madre deja de amamantarlo, es lo que sustiturá la presencia de la madre.
Explicó que la al momento de nacer, el bebé piensa que él y su madre son uno mismo, por lo que al momento de separarse, es decir, al dejar de amamantar o cuando la madre tiene que ir a trabajar, el niño necesita sentirse seguro, confiado y protegido, por lo que elige un objeto o juguete y chupones para que lo acompañe en la ausencia de la madre, así como la realidad de su independencia.
Donald Winnicott, psicoanalista inglés, señala que lo que eligen los niños para reemplazar la presencia de la madre, es el objeto transicional. La etapa en la que se presenta es entre los cuatro y 12 meses de edad, al intentar saciar la ansiedad, especialmente la depresión que representa la ausencia de la persona que le representa protección.
El objeto de transición no representa la necesidad de estar con su madre, sino la etapa de comenzar a tener su propio espacio.
El objeto que el niño ha elegido para marcar su etapa de independencia, será unicamente para él, por lo que nadie puede tocarlo, ya que éste para el niño tiene cierta vitalidad.
Un dato importante; el objeto nunca debe de lavarse a menos de que el niño decida hacerlo.
Carrillo Muñoz comenta que el psicoanalista inglés explica que el objeto se utiliza más a la hora de dormir y que falta la madre. Y es que el objeto de transición representa el seno materno o su primera relación con el exterior.
Los especialistas comentaron que es normal que el niño realice una conversación con el objeto, ya que a éste le confiesa y platica lo que vivió en el día.
La etapa en la que puede llegar a desaparecer es en cuanto el niño comienza a tener una relación de amistad o de juego con otros niños, como en una estancia infantil o jardín de niños, donde la separación de la madre no es frustrante.
Sin embargo, si la relación de tu hijo insiste aún estando en el jardín de niños, deberás apoyarlo con una cita con los especialistas, puedes empezar conociendo la verdadera relación que vive en su escuela.