Blanca Estela Lara Gutiérrez, pareja del extinto padre Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, con quien tuvo tres hijos, contó cómo José Raúl Gónzalez Lara, hijo de ambos, era drogado para que no hablara sobre los abusos que sufría por parte de su padre.
En la segunda parte de la entrevista que concedieron a MVS, trasmitida en el espacio de Carmen Aristegui, la familia mexicana establecida por el padre Marcial Maciel habló sobre su experiencia.
Raúl, el hijo mayor, afirmó que al tener problemas emocionales, producto de los abusos cometidos por su padre, trató de buscar ayuda psicológica. Marcial Maciel le dijo: "Si vas a ver a un psicólogo te puede destrozar la vida", y le recomendó que fuera con el psiquiatra Francisco López Ibor, a Madrid, España.
En Madrid, Raúl se quedó por un tiempo en casa de Norma, la "otra mujer" de Maciel en España. "Desde niños viajábamos con Norma, Omar y yo solos. Nos la presentó como nuestra tía", dijo.
Raúl visitó la clínica psiquiátrica en 1999. Cinco años después recibió el diagnóstico que decía que presentaba un "trastorno esquizofreniforme" y presentaba delirios. Mientras tanto, el joven fue tratado con neurolípticos que lo mantenían dopado.
Blanca Lara señaló que él estaba "siempre echando saliva por un lado". Ella le preguntó a Maciel qué hacer y él le pidió que continuara con los medicamentos. Blanca apuntó que el tratamiento psiquiátrico era para que su hijo no hablara sobre los abusos que había vivido.
Omar también fue abusado por el legionario. Él asegura que lo mandaron a Denver, Estados Unidos, para separar a la familia.
Cristian, tercer hijo de Blanca, no fue víctima de Maciel pero "se lo pidió prestado", dijo la mujer. El padre le dijo a Blanca: "Nena, a ver si cuando Cristian tenga unos ocho añitos me lo prestas para que me lo lleve a Irlanda y se prepare como Raúl".
Raúl pasó dos años en Irlanda, tras ser llevado sin el permiso de su madre. Omar y Raúl viajaron a España para ver a su padre, pero éste sólo mandó de regreso al hijo menor.