Protesta. Muchos de los asistentes son estudiantes de las escuelas de la ciudad.
TIJUANA. BAJA CALIFORNIA.- Miles de familias participaron en la décima marcha por la vida y la paz organizada por la Iglesia Católica. Según el arzobispo de Tijuana, Rafael Romo Muñoz, la asistencia fue casi 40 por ciento más copiosa que el año pasado, y no descartó que el aumento esté relacionado con la delincuencia que se vive en esta frontera.
Calculó que 10 mil personas acudieron a la marcha de unos cinco kilómetros, muchas de ellas estudiantes de las escuelas de la ciudad que se comprometieron a pugnar de esta forma por una mejor calidad de vida.
"La intención principal es motivar a la gente para que disfrute la vida porque es bella, pero también atender a quienes se acercan a buscar respaldo moral porque han sido víctimas de algún delito", dijo Romo Muñoz.
Explicó que a través de la Consultoría y Orientación Familiar Arquidiocesana se han atendido más de 300 familias que han sido víctimas de algún delito como secuestros, asaltos o privaciones de la libertad.
Aun cuando la Iglesia Católica no puede intervenir en cuestiones políticas ni de Gobierno, sí puede recomendar a las autoridades y la sociedad que tomen las medidas necesarias para evitar que la situación que se vive en sitios como Ciudad Juárez, Tamaulipas o Guerrero se repita en Tijuana, advirtió.
"Las autoridades tienen como principal responsabilidad la seguridad de sus ciudadanos y la Iglesia les pide que pongan todo su esfuerzo", señaló.
Romo Muñoz recordó que el año pasado participaron alrededor de 6 mil personas en la novena edición de la marcha por la vida y la paz, y no descartó que muchas llegaran para buscar respaldo moral ante la situación que se vive en esta ciudad.
RAFAEL ROMO
Arzobispo de Tijuana