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'Marea negra' llega a Florida

los efectos del derrame se podían ver a lo largo de la costa.

EFE

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Luisiana, EE.UU. (AP)

La "mancha negra" de petróleo del Golfo de México puede llega por primera vez a las playas cercanas a Pensacola, en la costa noroeste de Florida, donde ya se ha recogido chapapote (alquitrán).

Pese a los esfuerzos por contener el derrame de crudo de un pozo averiado en el lecho del Golfo de México, bolas de combustible comenzaron a llegar el viernes a las playas del extremo noroeste de la Florida.

BP ha colocado una campana de cierre sobre el oleoducto submarino, aunque el crudo que sigue emanando imposibilitó verificar si ha tenido éxito este nuevo intento de contener el peor derrame de la historia de Estados Unidos. Los ingenieros esperaban cerrar varios ductos abiertos en la campana durante el día.

En tanto, los efectos del derrame se podían ver a lo largo de la costa. Algunos bañistas en la playa de Pensacola Beach abandonaron rápidamente el agua tras ser alcanzados por la marea flotante de combustible. Varios pelícanos marrones empapados de petróleo apenas lograban mantenerse a flote frente a una isla de Luisiana. El crudo en las playas de East Grand Terre, Luisiana, tenía una tonalidad rojiza y purpúrea, como sangre seca.

"En Revelaciones, se dice que el agua se transformará en sangre. Eso es lo que parece, como si sangrara el Golfo", dijo P.J. Hahn, director de manejo de la zona costera del distrito de Plaquemines, mientras se arrodillaba para fotografiar una pluma empapada en crudo. "Esto va a acabar con todo tipo de vida".

El presidente Barack Obama volverá la tarde del viernes a Luisiana para examinar las tareas de respuesta a la crisis, en su tercer viaje a la región desde la explosión de una plataforma de prospección que el 20 de abril mató a 11 trabajadores e inició el desastre.

Ante la crisis ecológica que amenaza con minar su presidencia, Obama dijo el jueves sentirse airado por la situación "que está poniendo en peligro todo un estilo de vida y toda una región potencialmente durante años".

"Estoy furioso con esta situación porque es un ejemplo de que alguien no pensó en las consecuencias de sus acciones", dijo Obama a la cadena CNN.

Los sondeos de opinión indican que los estadounidenses tienen una valoración cada vez más negativa de la forma en que el mandatario ha manejado el derrame.

Robots en el lecho marino a 1,600 metros (una milla) de profundidad colocaron el jueves por la noche la campana invertida sobre la tubería principal del pozo averiado. Empero, las tomas de video mostraron que el petróleo seguía saliendo.

El vocero de BP Toby Odone dijo carecer de información sobre si la campana fue emplazada con éxito.

La colocación es un paso positivo pero no la solución, comentó el almirante de la Guardia Costera Thad Allen, que dirige las gestiones del gobierno en el desastre.

"Incluso si tiene éxito, se trata solamente de una solución temporal y parcial y debemos continuar nuestras operaciones de respuesta en el lugar, en la superficie y a lo largo de la costa del Golfo", agregó Allen.

Un sello de goma dentro de la campana intentará evitar que escape el crudo, aunque los ingenieros admitieron que una parte seguirá fluyendo. El plan consiste en capturar la mayoría del crudo y depositarlo en un buque en la superficie.

A fin de colocar la campana, BP tuvo que cortar la tubería con una sierra gigante, una operación peligrosa porque podría aumentar temporalmente el flujo de la fuga hasta un 20%.

Además, los equipos de limpieza usarán metanol para evitar la formación de cristales dentro de la campana. A esa profundidad, la temperatura oscila al borde de la congelación y puede causar la acumulación de hidratos, que dieron al traste con los intentos de BP de colocar hace un mes una cúpula de 100 toneladas y con una altura de cuatro pisos sobre la fuga.

Si el nuevo intento falla —como todos los anteriores desde que la fuga comenzó hace seis semanas— la mejor posibilidad es seguramente perforar otro pozo de alivio, lo que demoraría por lo menos dos meses.

El pozo averiado ha soltado unos 174 millones de litros (46 millones de galones) desde que estalló la plataforma. BP alquilaba la plataforma y es responsable de contener y limpiar el derrame.

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