Situación. Los Ceresos Uno y Dos carecen de la infraestructura adecuada para atender la salud de las mujeres que están recluidas, además de que falta implementar programas de prevención cáncer y obesidad.
Las reclusas de los Ceresos Uno y Dos de Durango carecen de áreas especiales para atención a su salud y de programas específicos de prevención, sufren de violencia psicológica por parte de sus parejas dentro de los penales al impedirles acudir a clases, son abandonadas por sus familias y temen ser contagiadas de VIH/Sida como ha sucedido con sus compañeras.
Éstos son los resultados de una investigación realizada por el Instituto de la Mujer Duranguense (IMD) en el 2009, a 66 féminas que pagan alguna condena en los Centros de Readaptación Social (Ceresos) Uno y Dos de las ciudades de Durango y Gómez Palacio.
LIMITACIONES MÉDICAS Aydeé Maricarmen González Alvarado, directora del IMD, explicó que el estudio consistió en 20 entrevistas a mujeres recluidas en el Cereso Uno de Durango y 46 a internas del Cereso Dos. Señaló que los resultados arrojaron que en ambas cárceles existen limitantes para que las mujeres acudan a consulta médica, además de que la ubicación no es la correcta.
"Hay áreas pero están en la parte de los hombres, entonces sí representa una barrera", dijo la funcionaria estatal; añadió que tanto autoridades de los Ceresos y la propia Secretaría de Salud pretenden destinar una área específica para la salud de las mujeres con programas para prevención de cáncer, obesidad y violencia psicológica "que es la que más se da dentro de los Ceresos".
SE CONTAGIAN DE SIDA EN LOS CERESOS Además de la privación de la libertad, el estudio reveló que las mujeres que son encarceladas sufren de abandono por parte de sus familias.
"Así es más difícil para ellas encontrar una readaptación a la sociedad".
La Directora del IMD explicó que las encuestas también revelaron temor por parte de las internas por compañeras que son portadoras del VIH/Sida. "Este estudio nos reveló que estas enfermedades de transmisión sexual normalmente sí son dentro del Cereso", aunque no precisó las cantidades de reclusas infectadas.
LES IMPIDEN ESTUDIAR Aunque la mayoría de las reclusas acude a la oferta educativa de los Cetis, Conalep e Instituto Alejandría, no todas van a las clases debido a que el 70 por ciento ellas tiene pareja dentro del penal y el varón les prohíbe acudir a las aulas.
El promedio de escolaridad de la mayoría de las mujeres encuestadas es de secundaria, mismas que concluyeron este nivel dentro de los mismos Ceresos con los Programas de Educación para Adultos. "Va disminuyendo la participación de las mujeres en la educación conforme avanza su escolaridad, hay menos en bachillerato y mucho menos en licenciatura", dijo González Alvarado.
La importancia del tema educativo dentro de los Ceresos radica en que cuando las mujeres salgan podrán tener una oportunidad de buscar mejores oportunidades de empleo y rehacer su vida.