Lo sentimos pero no estamos de acuerdo con la selección de Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, como la Persona del Año 2010.
No discutimos su inteligencia, audacia y su enorme mérito al inventar un portal que hoy en día es utilizado por cerca de 600 millones de usuarios en el mundo entero a través de 75 idiomas.
Tampoco su espíritu emprendedor y su perseverancia que le permitió a sus 26 años alcanzar su sueño universitario de unir al mundo a través de Facebook y de amasar una fortuna valuada en más de 6 mil millones de dólares.
La designación de la Persona del Año realizada en días pasados por la revista Time dejó en segundo lugar al movimiento conservador Tea Party y en tercero al fundador de WikiLeaks, Julián Assange, quien de hecho obtuvo más votos que el propio Zuckerberg, pero al parecer se optó por la decisión "políticamente correcta".
No sorprende que la revista prefiera alinearse a las corrientes del momento. Así ha ocurrido con las designaciones de prácticamente todos los presidentes norteamericanos. Incluso algunos mandatarios fueron nombrados Persona del Año hasta en dos ocasiones como sucedió con George W. Bush, William Clinton, Ronald Reagan, Richard Nixon y Lyndon B. Johnson, entre otros.
La publicación ha designado también a personajes siniestros como Adolf Hitler en 1938, Joseph Stalin en 1939 y en 1942, bajo el argumento de ser personajes que para bien o para mal fueron los más influyentes en el mundo entero.
En el caso de Zuckerberg y su Facebook se trata de un portal electrónico de enorme éxito básicamente en el terreno social y familiar, pero su influencia en la vida mundial en sus siete años de vida es muy relativa salvo el hecho de que millones de usuarios dediquen o pierdan su tiempo conversando temas superficiales.
Un buen amigo decidió recientemente dar de baja su cuenta en Facebook porque se dio cuenta que gastaba demasiado tiempo en el portal sin beneficio para su profesión y sus relaciones familiares. "Efectivamente me conecté con viejos amigos y fui contactado por otros nuevos, pero sin lograr nada trascendente. Cuando cerré mi cuenta recibí sólo un comentario de mis contactos y hoy en día me sobra tiempo para dedicarlo a asuntos verdaderamente importantes", aseguró.
Con este amigo coincidimos en que las llamadas "redes sociales" ni son tan amplias como nos han hecho creer ni tampoco son sociales en el amplio sentido de la palabra.
Salvo en el caso de políticos, actores, deportistas y otras celebridades, los contactos y seguidores se limitan a grupos reducidos y poco influyentes. Y no sabemos por qué le llaman "social" a una actividad que se realiza en la soledad frente a una computadora sin la riqueza y la calidez del contacto humano.
Twitter, Facebook, MySpace, entre otros de las llamadas "redes sociales", son instrumentos para la comunicación, y la publicidad, llenan la necesidad de hacer amigos y extender los contactos a través del Internet, pero que sin disciplina y una estrategia definida se convierten en prácticas inútiles, frívolas e innecesarias para la vida personal, profesional y familiar.
Facebook ha ocasionado despidos de personas que se hicieron adictas al portal, también divorcios por infidelidades que ahí se iniciaron y sin dejar a un lado los casos de criminales sexuales que se valen de esta red para establecer contacto con sus futuras víctimas.
Hay muchas otras personas que debieron ser designadas antes que Zuckerberg. Por ejemplo el fundador de Apple, Steve Jobs, quien supera por mucho al joven Mike. Las contribuciones a la humanidad de las computadoras Mac y ahora los iPods, iPhones y el reciente iPad, son de mucho mayor alcance y trascendencia que Facebook.
En el terreno político tenemos a Nelson Mandela, quien este año consolidó su prestigio con el Mundial de Sudáfrica, sin olvidar a personajes de valía internacional como Dalai Lama, Al Gore, el Papa Benedicto XVI, entre muchos más.
Así las cosas agradecemos su paciencia a lo largo del año deseándole una muy feliz Navidad en compañía de los suyos y un 2011 colmado de logros, salud y bendiciones.
