Sandro no fue la única víctima de su pasado como fumador intensivo. Son muchos los que cada día tienen en el país el mismo final evitable.
"Hay más de 100 Sandros que mueren por día. En su caso es una persona que uno conoce y que por eso siente una profunda tristeza. Pero la realidad es que hay otros 99 desconocidos que mueren a diario, en similares circunstancias, en la Argentina," dijo al diario LA NACIÓN Mario Virgolini, director del Programa Nacional de Control de Tabaco del Ministerio de Salud de Argentina.
Al finalizar este año en el país sudamericano se habrán registrado 40 mil muertes de fumadores activos y 60 mil de fumadores pasivos, una cifra mayor que la provocada, según Virgolini, de sumar los decesos por la violencia, el sida y los accidentes de tránsito.
Y es que la Argentina lidera el consumo per cápita de America latina, con 15 cigarrillos por día, encendidos por casi el 34 por ciento de hombres y mujeres de entre 18 y 64 años, sin contar la población adolescente. En esa franja, aproximadamente un tercio ya es fumador.
¿Faltan más campañas?, ¿mejores tratamientos? "Todos los proyectos de ley de los últimos 30 años fracasaron en el Congreso. Incluso la ratificación del Convenio Mundial para el Control del Tabaco está cajoneada en el Senado. Es el primer tratado internacional de salud pública y la Argentina es el único país de América latina que no lo ratificó", aseguró Verónica Schoj, coordinadora nacional de Alianza Libre de Humo de Tabaco Argentina (Aliar).
"Nosotros no podemos prohibir la publicidad [de cigarrillos], ni aumentar los impuestos, ni colocar advertencias con imágenes en los paquetes (como se hace en Brasil o en México) porque esa es atribución del Poder Legislativo," señaló Virgolini respecto de las principales políticas que tanto desde Salud como las ONG buscan impulsan para frenar el consumo de tabaco.
Con relación a la restricción publicitaria, pusieron como ejemplo la situación en la ciudad de Buenos Aires donde la limitación alcanza sólo a la vía pública. "Como no existe la prohibición total, las empresas trasladan la oferta con estrategias atractivas a locales bailables y boliches para así capturar a los más jóvenes. Es decir, a los futuros clientes", explicó Virgolini.
A Sandro se le diagnosticó un enfisema, que básicamente representa "la destrucción de la pared alveolar )por el humo del tabaco) lo que dificulta el proceso respiratorio e impide el suministro de oxígeno a los tejidos", explicó Schoj.
Esta es una de la enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC), otra es la bronquítis crónica, que también es provocada por el tabaco. Pero la lista de males va más allá. "No hay órgano al que no afecte el tabaco", agregó.