"En el sistema burocrático
El trabajo sin utilidad
Desplaza al trabajo útil."
Milton Friedman
Los burócratas mexicanos siguen inventando trámites que sólo sirven para perder tiempo, aumentar la corrupción y debilitar la competitividad del país. La última de las invenciones es una nueva tarjeta de circulación con chip informático que será adoptada en el Distrito Federal. En otras entidades se llevará a cabo un cambio de placas en vez de ese canje de tarjetas de circulación.
La Secretaría de Transporte y Vialidad de la Ciudad de México ha señalado que la información sobre el trámite para esta tarjeta de circulación se encuentra en la página de Internet de la Secretaría de Finanzas. El problema es que en la página www.finanzas.df.gob.mx no encuentro yo, por lo menos no en el momento de redactar este artículo, ninguna indicación del programa de cambio de tarjeta de circulación. Después de una búsqueda por Internet finalmente hallo la página adecuada: http://www.renovacion.df.gob.mx/renovacion/main.jsp.
Los millones de automovilistas de la Ciudad de México tendrán que cambiar su tarjeta de circulación entre el 24 de mayo de 2010 y el 30 de junio de 2011. La página de Internet señala dos primeros pasos distintos en el proceso. Uno es obtener una línea de captura a través de Internet. Si la persona no tiene Internet, o no lo sabe usar, me imagino que simplemente no podrá realizar el trámite o tendrá que suplicarle a alguien más que lo haga por él. El otro "primer paso" es pagar en un banco o cadena comercial el costo del trámite con una línea de captura. El pago es de 220 pesos por vehículo.
Una vez hecho el pago hay que "prerregistrar" los datos del vehículo en la página de Internet. Para ello hay que tener a la mano la factura del auto, una identificación oficial y un comprobante de domicilio con menos de tres meses de antigüedad. Después hay que escoger un módulo y hacer una cita. Los datos de la cita se imprimen.
A la cita hay que acudir personalmente con originales y copias de los documentos que se prerregistraron en Internet. Si el vehículo es propiedad de una empresa, esto es, de una persona moral, habrá que llevar además el acta constitutiva y una carta poder. Supuestamente al llegar al módulo con la cita predeterminada, el trámite debería ser bastante rápido. Me imagino que así será hasta que se acerque el mes de junio de 2011, cuando cientos de miles tratarán de hacer el trámite de último momento.
La gran pregunta es si la información que se recopilará por este proceso tendrá realmente utilidad. En los últimos tiempos las autoridades de nuestro país han impuesto una serie de nuevos trámites burocráticos supuestamente para ayudar en la lucha contra el crimen. Está ahí el caso del Renaut, el Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil, que obligó a un registro que hasta ahora se mantiene incompleto y que a mi juicio sólo promoverá el robo de celulares para utilizar en la comisión de otros crímenes.
Otro ejemplo es el Repuve, el Registro Público de Vehículos, sucesor del Renave. La idea es que este registro permitiría a quienes compraran un auto usado saber si había reporte de robo sobre él. Pero como lo señalé en mi artículo del 12 de abril, "Receptación", verificar un vehículo no lo exenta a uno de parar en la cárcel por comprar de buena fe un vehículo usado.
El problema es que nuestros políticos piensan que con la creación de nuevos trámites burocráticos se remediará el problema de inseguridad. La verdad es muy distinta. Los trámites se traducen en pérdida de tiempo, dinero y molestia para los gobernados, pero no generan ninguna seguridad adicional.
Las exportaciones mexicanas siguen subiendo fuertemente: 35.5 por ciento en enero-abril de 2010 en comparación con 2009. Lo más notable es el aumento de las exportaciones automotrices: 74.7 por ciento. Las plantas mexicanas están ganando participación de mercado por la reestructuración de la industria automotriz en el mundo.
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