Violencia. Una religiosa llora a las puertas de la catedral católica de Sayidat al-Nejat en el centro de Bagdad. EFE
Las fuerzas de seguridad iraquíes tomaron por asalto una iglesia católica en Bagdad, donde un grupo de rebeldes tomó como rehenes a todos los feligreses, dejando al menos 52 muertos.
Se desconocía de inmediato si los rehenes murieron a manos de los rebeldes o durante la operación de rescate emprendida el domingo por la noche en un opulento vecindario de la capital. El incidente dio inicio cuando los milicianos, que llevaban chalecos bomba y estaban armados con granadas, atacaron la bolsa de valores al anochecer del domingo. Los insurgentes se dirigieron después a la Iglesia de Nuestra Señora de la Salvación, la cual se ubica cerca y es uno de los principales lugares de adoración católicos de Bagdad. Los milicianos tuvieron a unas 120 personas como rehenes durante unas cuatro horas. En el baño de sangre, 52 personas murieron y 67 resultaron heridas, dijo el ministro adjunto del Interior, general de división Hussein Ali Kamal.
Las autoridades dijeron que al menos dos sacerdotes y 10 policías figuran entre los muertos. Gran parte de los heridos fueron mujeres. Un miembro cristiano del parlamento describió la operación de rescate como "nada profesional" y afirmó que "fue una acción precipitada que impulsó a los terroristas a asesinar".
"No tenemos un panorama de si los fieles murieron por las balas que dispararon las fuerzas de seguridad o a manos de los terroristas, pero lo que sí sabemos es que murieron cuando las fuerzas de seguridad lanzaron su asalto", dijo Younadem Kana.
Papa condena masacre
El Papa Benedicto XVI condenó el ataque ''feroz'' ocurrido horas antes contra una iglesia católica en Bagdad y demandó la reanudación de los esfuerzos internacionales para negociar una paz en la región.
Dijo que dos sacerdotes figuran entre las 52 personas muertas el domingo después que un grupo de rebeldes tomara como rehenes a los feligreses en la iglesia de Nuestra Señora de la Salvación, uno de los principales lugares de adoración católica en la capital iraquí. El Papa hizo un llamado a la comunidad internacional para evitar la violencia.