El ejército de Pakistán informó ayer que mató a 58 presuntos milicianos en una ofensiva aérea y terrestre en el Noroeste de Pakistán, las acciones más recientes de una campaña que dura un mes y con la que busca acabar con combatientes del Talibán en una área montañosa cerca de la frontera con Afganistán.
El Ejército paquistaní lanzó la más reciente ofensiva actual contra la región tribal de Orakzai a mediados de marzo para erradicar a los milicianos que el año pasado huyeron de una ofensiva militar en la cercana Waziristán del Sur.
Los persistentes bombardeos de la artillería y con aviones de combate han matado a centenares de insurgentes en los últimos dos meses, informó el Ejército.
Aviones de combate y helicópteros artillados atacaron ayer enclaves de los milicianos en las poblaciones de Dabori, Gojar y Kamer Mela en Orakzai, donde mataron a 45 presuntos milicianos, dijo Samiulá Khan, administrador gubernamental de alto nivel en Orakzai.
Más tarde, los soldados atacaron escondites de los milicianos en la localidad de Koul, generando enfrentamientos que dejaron al menos 18 insurgentes muertos, informó Jehanzeb Khan, un administrador local.
Cinco soldados y al menos 25 milicianos sufrieron heridas en el enfrentamiento. Los milicianos heridos fueron arrestados.
Resultó imposible confirmar tanto las bajas como las identidades de los fallecidos.