Tres soldados del Ejército Mexicano enfrentan un juicio por asesinar a un ciudadano estadounidense. Asimismo se les acusa de "sembrarle" un arma de alto poder para hacer pasar su muerte como resultado de un enfrentamiento con delincuentes, informó una agencia noticiosa.
Joseph Proctor murió el pasado 22 de agosto en las afueras de Acapulco. Su cadáver presentaba múltiples impactos de bala. Tenía un fusil AR-15 en las manos.
La versión de las autoridades fue que Proctor había atacado a los soldados.
La madre del estadounidense, Donna Proctor, no creyó esa historia y emprendió una batalla contra el hermético sistema de justicia militar para saber qué ocurrió exactamente en aquella noche.
Tras semanas de presiones a los diplomáticos y legisladores estadounidenses para que la ayudaran, la señora finalmente obtuvo una respuesta.
Según contó a la agencia, la Secretaría de la Defensa Nacional le informó que tres soldados están acusados de matar a su hijo. Dos enfrentan cargos por colocar el fusil de asalto en sus manos y de afirmar falsamente que él había disparado primero.
El documento de la Sedena le fue enviado a través de la embajada estadounidense que encabeza Carlos Pascual.
EXIGE MUJER ACLARAR MUERTE ESTADOUNIDENSE La madre del estadounidense muerto a tiros el 22 de agosto pasado en Acapulco aseguró que lo único que buscaba su vástago en México era empezar una nueva y mejor vida para él y su nueva familia.
Pero, aparentemente, disparos que provenían de las armas de elementos del Ejército fueron los que, sin motivo aparente, acabaron con su vida.
"Dijo a su novia que saldría un momento a una tienda en un apacible poblado playero del sur de México al que se había mudado recién la pareja para comenzar una nueva vida.
"A la mañana siguiente, el neoyorquino de 32 años de edad estaba muerto dentro de una camioneta que se había estrellado en una carretera a las afueras de Acapulco. El cuerpo de Proctor presentaba múltiples impactos de bala. Tenía un fusil AR-15 en las manos", señala la historia de un reportaje.