Por tercera vez en cuatro días, un alcalde del país fue atacado para matarlo, pero en esta ocasión el arma fueron piedras.
El alcalde Tancítaro, Michoacán, edil Gustavo Sánchez Cervantes, fue asesinado a pedradas, junto a su secretario particular.
Apenas en diciembre pasado, Sánchez había sido nombrado presidente del Concejo Municipal de Tancítaro, tras la desaparición del Cabildo por amenazas del narcotráfico.
Los cuerpos de Sánchez y su secretario, Rafael Equihua Cervantes, fueron encontrados ayer por la mañana en una carretera y tenían atadas las manos y los ojos vendados.
Para el procurador de Justicia de Michoacán, Jesús Montejano, el crimen resulta preocupante, sobre todo por la forma en que ocurrió.
"Estamos preocupados pues es una situación muy diferente a como lo hace el crimen organizado", dijo.
Gustavo Sánchez no militaba en ningún partido político, era maestro de primaria y deportista.
Tancítaro se ubica al oeste de Uruapan, en una región con fuerte presencia del crimen organizado.
En diciembre pasado, Gustavo Sánchez junto a otros ciudadanos de este municipio, fue llamado por el Congreso del estado para integrar el Concejo Municipal, ante el abandono que hizo todo el cabildo por presiones de grupos criminales.
Gustavo Sánchez es el tercer alcalde asesinado y el cuarto en sufrir un ataque tan sólo en septiembre.
El día 8 fue asesinado Alexander López García, de El Naranjo en San Luis Potosí, y el 23 murió Prisciliano Rodríguez Salinas, alcalde de Doctor González, Nuevo León, tras ser baleado.
El 24 un comando atacó a Ricardo Solís, alcalde electo de Morelos, Chihuahua, cuyo estado de salud es grave.