Atención. La juventud está amenazada por la peligrosa mezcla del consumo de drogas y la delincuencia; la primera lleva a la otra. El blanco son los menores que no tienen estudio ni trabajo. ARMANDO ACEVEDO / EL SIGLO DE DURANGO
Las adicciones han llevado a los menores a cometer delitos para poder comprar las sustancias, señala Centros de Integración Juvenil (CIJ).
EN CADENA
En la relación de quienes empiezan a consumir sustancias adictivas a temprana edad y conforme pasa el tiempo, se involucran en bandas criminales. Roberto Escárcega, director de CIJ, explicó: "Psicológicamente son utilizados para ello, ellos mismos utilizan sus recursos para poder allegarse las sustancias adictivas y ellos delinquen".
Esta circunstancia aplica a los niños "nini", que significa "ni de aquí ni de allá", son menores que no estudian o trabajan.
Cuando sus mismas limitaciones socioeconómicas les complican el acceso a las drogas, buscan obtenerlas por el medio delictivo.
"La drogadicción no es estática, es dinámica", recalcó Escárcega; desde los 10 años el menor comienza a consumir; a los 15, "sigue siendo chavo y tiene necesidades que satisfacer".
Es una situación de la cual se había advertido hace años.
Educar
El IDEA detecta cada vez más casos de personas que prefieren el camino de una actividad delictiva que la educación.
Expansión
En estados como Tabasco, Jalisco, Chihuahua y Baja California, el crimen organizado recluta a mujeres y niños como sicarios y traficantes.
Opciones: tratamiento o proceso penal
Centros de Integración Juvenil (CIJ) mantiene un convenio de trabajo con las instituciones policiacas; así, cuando se detiene a un menor por posesión de drogas, "la mayoría los derivan a las instituciones", aclaró Roberto Escárcega, director del organismo.
Los menores pasan seis meses en tratamiento, reciben información y se les ayuda a la reinserción social. Pasado este periodo, las autoridades y el Centro determinan si lo liberan, continúa en rehabilitación o comienza el proceso por delito.
Similar a este esquema se aplicará la Ley de Narcomenudeo, aunque no en Durango.
Roberto Escárcega explicó que esta norma ayuda a identificar a los menores con problemas de adicción, quienes en estos momentos tienen poca contención en el hogar.
181 menores reciben tratamiento en CIJ, en la capital. Las principales sustancias que se consumen son marihuana, anfetaminas, inhalantes, alcohol y tabaco.