"Si planeas para un año, siembra arroz. Si planeas para una década, siembra árboles. Si planeas para una vida, educa a la gente".
Proverbio chino
La Secretaría de Educación Pública ha tratado de mostrar un lado positivo a los resultados de las pruebas PISA de 2009 que se dieron a conocer este 7 de diciembre. En lectura, señaló la SEP en un resumen ejecutivo para explicar los datos, México está al mismo nivel de Uruguay; en matemáticas nos encontramos a la par que Chile; y en ciencias, como en el resto de las disciplinas, superamos el promedio latinoamericano.
El problema es que México no compite sólo con Latinoamérica. El mundo se ha vuelto un gran escenario de rivalidad económica en el que los mejor preparados son los que obtienen mayor provecho. Y la realidad es que de los 65 países evaluados en las pruebas de PISA de 2009, los mexicanos quedamos en lugar 48, una vez que se consideran los resultados en lectura, matemáticas y ciencias.
Mientras nosotros tratamos de presentar buena cara ante nuestros mediocres resultados, la ciudad china de Shanghai no tiene por qué ofrecer justificaciones. Logró en su primera participación en PISA el primer lugar en las tres categorías. Quizá es injusto que los resultados de una ciudad se comparen con los de todo un país, como México. Si el Distrito Federal o Monterrey, en lugar de todo el país, hubiesen competido en las pruebas, el desempeño habría sido sin duda mejor. Pero ninguna ciudad mexicana habría obtenido un resultado siquiera cercano al de Shanghai.
En China, de hecho, no sólo Shanghai está teniendo un buen desempeño en las pruebas de PISA. Hong Kong, que también participó de manera individual, se ubicó en cuarto lugar en lectura, tercero en matemáticas y tercero en ciencias. Corea del Sur sigue siendo uno de los mejores participantes de las pruebas; este año quedó en segundo lugar en lectura, cuarto en matemáticas y sexto en ciencias. Singapur es también alumno de excelencia: quinto en lectura, segundo en matemáticas y cuarto en ciencias. Fuera de Asia los mejores resultados son de Finlandia: tercero en lectura, sexto en matemáticas y segundo en ciencias.
Los países que han registrado los mejores desempeños en la prueba de PISA se cuentan también entre los que han logrado un mayor desarrollo en las últimas décadas. Singapur, que era uno de los países más pobres del mundo en los años cincuenta, es hoy el cuarto en términos de su Producto Interno Bruto per cápita ajustado por poder de compra en las listas del FMI y del Banco Mundial. Hong Kong y Corea del Sur han tenido también un desarrollo espectacular en las últimas décadas. Lo mismo ha ocurrido con Finlandia, que era uno de los países más pobres de Europa hace 50 años. Si bien China sigue siendo un país muy pobre, el desarrollo de Shanghai ha sido impresionante.
La educación no es una condición suficiente para generar crecimiento económico y prosperidad. Ya lo señalaba el economista William Easterly en The Elusive Quest for Growth: muchos países de África y América Latina tuvieron grandes avances en su cobertura educativa en la segunda mitad del siglo XX, pero no gozaron del mismo crecimiento que los tigres asiáticos. Aunque no sea suficiente, sin embargo, la educación sí es una condición necesaria para el desarrollo; sin ella no se puede crecer de manera sostenida en el largo plazo.
Por lo pronto, los estudiantes mexicanos son superados por los de casi todos los países que participan en las pruebas de PISA y eso nos coloca en una posición de desventaja en una economía globalizada.
No preocupa tanto que un narcotraficante, como Servando Gómez Martínez, "La Tuta", esté en la nómina como maestro de una escuela rural en Michoacán, sino el hecho de que no sabemos cuántos maestros tenemos en las nóminas públicas sin que se presenten a trabajar. Las cifras nos dicen que México gasta un porcentaje muy alto del PIB en educación. Pero si el gasto es en maestros que no se presentan a trabajar, de nada sirve.