Colocadas las fichas en el tablero para una jugada maestra que le permitiría a Mexicana de Aviación un aterrizaje terso frente a sus problemas de deuda con vencimiento al corto plazo, la Secretaría de Hacienda lanzó un manotazo a la mesa.
Argumentando que el escenario no justificaba un rescate, la dependencia encabezada por Ernesto Cordero rechazó la posibilidad de que el Banco Nacional de Comercio Exterior avalara el 24 por ciento de un bono de deuda por 250 millones de dólares que planeaba emitir la firma aérea en el mercado internacional.
La prohibición llegó al cuarto para las 12 de que se planteara la opción al Consejo de Administración del banco de desarrollo, por más que su director general, Héctor Rangel Domene, ya la había autorizado.
De hecho, se estaba afinando el prospecto de colocación, cuyo punto central era la recuperación del mercado aéreo nacional, en un escenario en que Mexicana había logrado repuntar por encima de su tradicional rival, Aeroméxico, en el primer trimestre del año.
Más aún, se había seleccionado a Goldman Sachs como agente colocador.
La jugada representaba el primer paso para el regreso de la línea aérea, cuyo socio mayoritario es el grupo hotelero Posadas de Gastón Azcárraga, a la Bolsa Mexicana de Valores. Los papeles se colocarían a un plazo de amortización de cinco años, utilizándose parte de los recursos para pagarle al Bancomext un préstamo de 970 millones de pesos facilitado en el marco de un programa de apoyo a las líneas aéreas tras el formidable bache en que cayeron al fragor del resquemor provocado por la emergencia de mayo del año pasado ante la epidemia de influenza.
El préstamo debía amortizarse en dos años, es decir la línea aérea ganaba tres.
Adicionalmente, el resto de los recursos se utilizaría como capital de trabajo.
El aval del Bancomext, en el entendido que recuperaría de golpe el débito, sería el mismo que le ofreció Mexicana para garantizar el pago de éste, es decir nueve aviones, 20 motores, un terreno en Tuxpan, Veracruz, y las cuentas por cobrar en pagos con tarjetas de crédito a las agencias de viajes.
Carambola, pues, de varias bandas.
El caso es que caído el gozo a lo profundo del pozo, se ve difícil que sin el respaldo del Gobierno Mexicana se lance a la colocación, dado la tradicional cautela de los inversionistas en dólares.
La única cimentación para interesar a los apostadores serían expectativas, en un horizonte en que la recuperación total del mercado está aún en veremos, dada la inseguridad en el país y, naturalmente, la competencia feroz en el mercado.
El caso es que la empresa encabezada por Manuel Borja Chico enfrenta en el cortísimo plazo un vencimiento con el Banco Mercantil del Norte de un préstamo de 150 millones de dólares, con escasas posibilidades de reestructura.Tampoco se advierte que el Bancomext pudiera aceptar un plazo mayor, dado que el programa de apoyo se pactó a dos años.
Lo curioso del caso es que no todas las líneas aéreas se acogieron a él. Volaris, por ejemplo, no acudió a la ventanilla.Por lo pronto, en afán de obtener liquidez inmediata, Mexicana está promoviendo ofertas inauditas en la compra de boletos a mediano plazo para destinos nacionales e internacionales.
La maniobra, con un tufo de desesperación, ha irritado a la competencia, quien acusa a la empresa de depredar el mercado, en un escenario que recuerda la guerra de tarifas de hace cuatro años, que terminó por sacar del mercado a empresas como Aerocalifornia, Líneas Aéreas Azteca y más tarde Aviacsa.
Naturalmente, el riesgo es que se le pudiera atorar un engranaje y la empresa ensanche sus problemas de caja.
Lo cierto es que, aunque Mexicana de Aviación rechaza la palabra rescate, aduciendo que para darse éste se requiere una transferencia de activos del patrimonio del Estado hacia una empresa privada, el caso es que el balde de agua helada lanzado por la Secretaría de Hacienda salpica a cientos de empresas que estaban listas para formarse en la "cola".¿Y por qué a mi no me avala el Bancomext?
Por lo pronto, en lo que pareciera el recrudecimiento de las hostilidades abiertas con la caída de tarifas, Mexicana está acusando directamente a Aeroméxico de haber promovido una campaña de medios para desacreditar la posibilidad de apoyo del Bancomext, aduciendo, justo, que se trataba de un rescate.
La guerra, pues, está declarada.
BALANCE GENERAL
Veinte meses después de estallar el escándalo que desnudó su insolvencia, la cadena de tiendas Comercial Mexicana encontró al fin la salida del laberinto.
De entrada, la reestructura de su colosal deuda incluye la asignación de cuatro créditos por un global de 10 mil 300 millones de pesos, en paralelo a la emisión de bonos de deuda por mil 200, garantizados estos últimos con hipotecas sobre prácticamente todos los bienes raíces de la firma y sus subsidiarias.
El acuerdo incluye un premio en efectivo a la empresa por 45 millones de dólares al término del pago de las nuevas deudas, cuya redención llegaría en seis años.
Ahora que el punto fino del proceso obliga a la empresa a solicitar un concurso mercantil o procedimiento de quiebra ordenada.
Como recordará usted, la Cómer lo había intentado en dos ocasiones, recibiendo negativas de los jueces de lo concursal.
La diferencia es que ahora existe la aceptación de los acreedores. Sin embargo, has ta el momento Banorte no está en el arreglo.
YO NO FUI
Aunque en principio la justificación de la Comisión Federal de Telecomunicaciones frente a su obstinación por llevar adelante el proceso de licitación del espectro radioeléctrico para telefonía móvil, pese a los recursos obtenidos por Iusacell que descalificaron la justeza de sus bases, era que el amparo logrado no obligaba a frenar, ahora resulta que siempre sí... pero no.
Su última explicación señala que la Tercera Sala Regional Oriente del Tribunal Fiscal de Justicia Fiscal y Administrativa dejó sin efecto la medida cautelar dictada.
Digamos que en horas destruyó lo que había construido.
Por lo pronto, sin embargo, está en cauce la queja presentada ante la Secretaría de la Función Pública por la firma del Grupo Salinas contra el titular de la SCT y los plenos de la Cofetel y la Comisión Federal Competencia, a quienes se acusa de incurrir en violaciones a diversos ordenamientos.
OTRA DE TOMZA
En un capítulo más del accidentado periplo en su expansión hacia Centroamérica, el grupo gasero Tomza de Tomás y Enrique Zaragoza está siendo "balconeado" por una pequeña empresa de Guatemala a la que le adeuda 600 mil dólares.
La firma de razón social Regingas, encabezada por Javier Martínez, ha publicado desplegados en diarios de su país y el Sureste de México, urgiendo a los empresarios a cubrir el adeudo... y recomendando de pasadita no hacer negocios con la firma.
Regigas le suministró a Tomza equipos para facilitar la distribución de gas LP, es decir conexiones, llaves de cilindros...
La firma mexicana acumula demandas en Honduras y la propia Guatemala, por depredación del medio ambiente.