El empresario mexicano sometido a un trasplante ilegal de hígado en Lima salió de Perú después de declarar ante un fiscal por el caso de presunto tráfico de órganos, informó un diario local.
El paciente, de 50 años, identificado como Óscar Soberón Cueto, fue ingresado grave en una clínica privada de Lima, después de haber sido sometido al trasplante en un establecimiento no autorizado.
El periódico El Comercio indicó que Soberón Cueto fue dado de alta de la clínica San Felipe y partió en un vuelo particular desde el aeropuerto internacional Jorge Chávez, que presta servicio a la capital peruana, según un reporte de Migraciones.
El viaje habría sido gestionado con apoyo de la embajada de México en Lima, agregó el matutino, aunque la legación diplomática no quiso confirmar la información.
El ministro de Salud, Óscar Ugarte, reveló que el cuerpo del mexicano había rechazado el trasplante y que presentaba un cuadro muy delicado, pues era un paciente con diabetes e hipertensión arterial y tenía además implantado un marcapasos.
La procuradora del ministerio, Fanny Freigeiro, confirmó al periódico que la fiscalía ya había abierto una investigación preliminar y que mantienen el tema con gran hermetismo.
El mexicano brindó datos al fiscal José Ulloa sobre el lugar y los contactos que hizo antes de la cirugía clandestina.
Además, Ulloa ordenó que se impida la salida del país al cirujano peruano Mario Garrido Toribio, identificado como el galeno que operó a Soberón Cueto y, ante el rechazo del trasplante, lo internó en la clínica San Felipe.
Garrido Toribio es un médico que trabaja en el hospital Guillermo Almenara, un centro médico del seguro social de Perú (Essalud), donde se practican ese tipo de cirugías después de inscribirse en un registro.
La procuradora indicó que el doctor será denunciado por intermediación onerosa de órganos y tejidos, delito penado con entre 4 y 8 años de prisión.
La fiscalía peruana ya tiene abierta otra pesquisa contra dos clínicas particulares denunciadas por realizar estas prácticas ilegales, mientras que en octubre pasado se presentó una denuncia contra el personal médico de otro hospital de Essalud, en la ciudad de Tacna, por extracción ilegal de órganos.
