Éxito. Gael García y otros cineastas mexicanos presentaron ante la prensa el documental Revolución.
"México se encuentra hoy en guerra civil", dijo ayer en Cannes el actor y director Gael García Bernal.
Durante una rueda de prensa en compañía de algunos de los directores de la película Revolución, que se presentó dentro del marco de la Semana de la Crítica, el mexicano destacó que la Revolución Mexicana fue una guerra civil sangrienta y que ahora se está viviendo una guerra civil de bajo impacto.
"La Revolución Mexicana fue una guerra donde murió mucha gente, fue una guerra civil de lo más sangrienta. Hoy tenemos una guerra civil de bajo impacto, pero al cabo una guerra civil.
"Siempre hace falta una revolución como cambio", comentó el actor, quien inmediatamente trató de moderar sus palabras señalando que no estaba llamando a una nueva revolución en México.
"No me atrevería a dar la frase: 'Hace falta una revolución', porque es tomarlo muy a la ligera y es una palabra con la que hay que tener mucho cuidado.
De hecho, enfatizó que la guerra debe ser otra.
"Hace falta una nueva revolución pero como paradigma, una manera distinta de ver las cosas para tratar de encontrar que las cosas funcionen", precisó.
Reunidos en la Terraza Martini, playa privada del hotel Grey d'Albion, uno de los lugares privatizados para las conferencias de prensa en Cannes, García Bernal, al igual que Amat Escalante, Rodrigo Plá, Mariana Chenillo, Patricia Riggen y Gerardo Naranjo, hizo énfasis en los lados positivos que aportó la Revolución y estimaron que uno de ellos es la realización misma de esta película, que aborda la visión del México de cada uno de los 10 directores un siglo después de la justa revolucionaria.
"Existe la versión oficial (de la Revolución Mexicana) y en esta película (formada por 10 cortos) tuvimos espacio para expresiones personales", afirmó Riggen.
"Hace 100 años no hubiéramos podido hacer esta película con la libertad con la que trabajamos para este largometraje".
García Bernal también destacó este proyecto común como un diálogo entre los cineastas de hoy y los que filmaron la Revolución Mexicana.
