Reconocimiento. El presidente Felipe Calderón entregó el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2010 a Enrique Krauze. NOTIMEX
El presidente Felipe Calderón afirmó que México no resuelve sus problemas ni con autoritarismo ni con dictadura: "Tenemos problemas, sí, pero lo importante es que tenemos la decisión de enfrentarlos. Tenemos problemas, pero hoy a diferencia del pasado, esos problemas no se enfrentan ni desde el autoritarismo, ni desde la dictadura".
"Hoy México, a pesar de sus problemas, tiene una libertad de prensa y de expresión, por ejemplo, que nunca se había visto. Hoy México tiene también una democracia participativa", enfatizó al entregar el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2010 en el Palacio Nacional.
El mandatario federal dijo que la democracia mexicana "intrínsecamente vale la pena", porque ha servido para mejorar la educación y el ingreso de los mexicanos.
El presidente agregó que "hay una delincuencia en México significativamente menor a la mayoría de los países de América Latina, lo que ha posibilitado que se articulen nuestras diferencias en expresiones democráticas y que México viva sus desafíos y problemas".
Dijo que el país cuenta con "un verdadero equilibrio de poderes y tiene en su representación política una vigorosa pluralidad, que a pesar de los desencuentros también es capaz de articular acuerdos, consensos, mantener reformas legislativas, aprobar presupuestos desde la propia democracia".
DÉCADAS DE CRISIS Previamente, el galardonado Enrique Krauze expresó la necesidad de llamar a las cosas por su nombre. Krauze afirmó que la paz que nuestro país extraña no se logrará con la aparición del hombre que se declare, por su exclusiva voluntad, señor de hombres, ni tampoco a través de la imposible restauración del viejo sistema de partido hegemónico.
El historiador dijo que han pasado 40 años y que "no han sido décadas dichosas, han sido años de desorientación y crisis, con pocas zonas luminosas y una de ellas ha sido la transición ordenada y pacífica a la democracia".
Krauze sentenció: "México extraña la paz que perdió. No importa que las violencias del ayer revolucionario hayan sido mucho más generalizadas y mayores que las de ahora.
"No importa que la violencia no sea como en Colombia, guerrillera o paramilitar. La paz civil, es decir, la seguridad de las vidas y los bienes en todo el territorio, debe recobrarse", concluyó.