Población. En 2010 han surgido 5 mil 327 diabéticos y 8 mil 879 hipertensos, de nuevo ingreso en el Sector Salud. ARCHIVO / EL SIGLO DE DURANGO
Atrás quedaron los días en que lo mexicanos eran aniquilados por la influenza española, paludismo, tifoidea y hasta la rabia, con los avances de la medicina; hoy, México se enfrenta a un enemigo más grande: la obesidad y las enfermedades crónico-degenerativas.
Para Ana María Fajardo, subdirectora de Epidemiología en los Servicios de Salud de Durango (SSD), es más difícil prevenir enfermedades que curarlas, los padecimientos de la época colonial y de Independencia están erradicadas, como la viruela, otras, como la tuberculosis, siguen circulando; pero están controlados.
CAMBIOS La epidemióloga comentó que al inicio de la administración estatal, que culminó ayer, ya se conocía el panorama de la obesidad y las enfermedades derivadas de la obesidad.
"Los padecimientos llegaron hace 10 años, con la tecnología", reflexionó la especialista. La adquisición de la televisión, la computadora y el internet derivaron en el sedentarismo.
Hace una década comenzaron a comercializarse alimentos industrializados.
En los países desarrollados, entre ellos Australia, Alemania y Estados Unidos ya se tenía la presencia de las enfermedades, era cuestión de tiempo para que en la República Mexicana se presentaran, más la salud es impredecible y no ha sido fácil trabajar en el plano de prevención.
Los hábitos detonaron la obesidad, diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovascuales y accidentes cerebro-vasculares.
A LARGO PLAZO
México le apuestas a la prevención, es precisamente la parte más difícil. "Ya están las herramientas, los programas, la información, pero si no hacemos ejercicio, si no cambiamos nuestra cultura, no sirve de nada".
La promoción de la salud se ha fortalecido, hoy en día se sabe de manera general qué es una alimentación balanceada, pero ¿cuántas personas lo aplican?
"Es muy difícil cambiar un hábito fomentado por años, y no podemos solos", se tiene el financiamiento y gestión del Gobierno, la parte operativa en los hospitales y brigadas, también se necesita la participación de la sociedad, aquí es donde queda un largo camino por seguir.
Para Durango fue un buen sexenio en materia de promoción de la salud; falta más participación ciudadana.
