El presidente Felipe Calderón Hinojosa afirmó que el destino de México no está sujeto al capricho de los criminales y los violentos, contra quienes llamó a ser intolerantes.
"Los mexicanos somos los dueños de nuestro destino y éste es un destino que está determinado por la grandeza de nuestro México y no por el capricho del crimen o de los violentos", afirmó.
Calderón encabezó ayer la ceremonia cívica conmemorativa del 195 aniversario luctuoso del generalísimo José María Morelos y Pavón, acompañado del gobernador Enrique Peña Nieto.
Comentó que siempre serán retomadas las banderas de Morelos, de un México de libertades, instituciones y de igualdad.
"Nuestra labor es hacer perdurar ese anhelo (de Morelos), poner un alto a quienes pretendan pasar por encima de la ley que nos rige, a quienes pretendan atropellar con su violencia a los ciudadanos, truncar la vida de las familias mexicanas".
Calderón dijo que los enemigos de México son quienes extorsionan, roban, secuestran y cobran derechos que no son suyos y envenenan a los jóvenes.
"Y no tenemos por qué tolerarlos. No debemos permitir que nadie pretenda coartar las libertades de los mexicanos o vulnerar nuestras instituciones democráticas".
El presidente dijo que se está construyendo un país donde los ciudadanos puedan tener confianza en sus autoridades y donde quien atente contra las familias o su patrimonio sea castigado y la gente pueda caminar por calles y parques.
