EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Milagros

JAVIER FUENTES DE LA PEÑA

San Agustín, hombre destacado por su sabiduría y benevolencia, en una ocasión dijo: "¿Por qué no ocurren hoy esos milagros de que se habla como sucesos pasados? Yo podría contestar que eran necesarios, antes de que el mundo creyera, para llevarle a creer".

Es cierto que los milagros son instrumentos para demostrarle a la raza humana que existe un ser superior capaz de hacerlo todo, pero no estoy de acuerdo con San Agustín cuando dice que los milagros sólo existieron en los tiempos en que hacía falta que los hombres creyeran en Dios.

Aunque ustedes me juzguen de loco, todos los días soy testigo de un milagro.

Hace unos meses, por ejemplo, recibí la visita en mi hogar de una golondrina. Con gran afán comenzó a edificar su nido sobre un candil de la lavandería, mientras yo, completamente anonadado, observaba la perfección de aquella nueva morada.

Días después llegó otra golondrina y juntas llenaron mi casa de luz y mi corazón también. ¿Qué hice yo para merecer que mi hogar se llenara de esa vida? Sin temor a equivocarme puedo afirmar que ese fue un milagro. La sencillez de aquellas golondrinas me enseñó que la única misión de los hombres es construir un hogar en donde reine por siempre el amor, la felicidad y, sobre todo, la vida y no la muerte en vida.

Recuerdo también que cuando estaba frente al altar tomando la mano de mi novia para recibir la bendición de Dios, una extraña sensación se apoderó de mí. Nunca había sentido tal felicidad. Jamás me había sentido tan lleno de amor. Al ver cada día a mi esposa, recuerdo aquel momento en que mi todo ser fue invadido por el milagro del amor verdadero.

A pesar de que soy una persona que encuentra la mano de Dios hasta en la figura de un minúsculo renacuajo, no puedo olvidar aquella Semana Santa en que pude sentir intensamente su presencia.

Estaba yo en la iglesia del Potrero de Ábrego, la cual es muy pequeñita, pero a la vez es grande gracias a la inmensa fe de los campesinos. En esa ocasión se celebraba una paraliturgia dirigida por jóvenes misioneros lasallistas, y la gente del pueblo con sus rezos fervorosos le pedían a Dios que lloviera. Desde hacía ocho meses que no caía una sola gota de agua sobre este lugar. La tierra estaba triste, los árboles agonizaban ante la falta del líquido vital. Los hombres sufrían ante la certeza de que la tierra no iba a brindarles alimento. De pronto, aquel limpio cielo que permitía que el sol quemara la vida con sus rayos, se vio invadido por grandes y oscuros nubarrones. Cuando todos hicieron una fila para comulgar, un fuerte trueno estremeció a los que nos encontrábamos en aquella iglesia. La lluvia comenzó a caer y con ella, todas las bendiciones de un Dios benevolente. La tierra sedienta se llenó de aquella humedad bendita, y se humedecieron también los ojos de muchos habitantes del Potrero de Ábrego ante la emoción provocada por aquel milagro.

Hoy ya no soy el mismo Javier Fuentes, pues tengo el absoluto conocimiento de la benevolencia de Dios y estoy convencido de su presencia entre nosotros. No sé cómo se le pueda llamar a esto, pero creo que es fe.

¿Hay algo más triste que un hombre sin fe? El no creer en algo nos arrebata la calidad de seres humanos.

Tengo mi fe depositada en Dios y espero la felicidad más allá de esta vida.

Tengo fe en que algún día podrá lograrse la igualdad del hombre, y creo que mi compromiso religioso consiste en hacer justicia, amar la benevolencia y no la enemistad, y esforzarme por contribuir a la felicidad de quienes me rodean.

Estoy seguro que si todos actuamos de la misma manera, por fin tendremos un mundo en el que reine la concordia, la justicia y, sobre todo, el amor.

Hoy estamos a unos días que suceda el mayor milagro que jamás haya conocido el mundo: la resurrección de Jesucristo. Aprovechemos esta Semana Santa y dejemos que en nuestros corazones resucite el amor a Dios, pues sólo así, podrá nacer en todos la felicidad y, sobre todo, el compromiso de ser mejores cada día.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 512631

elsiglo.mx