Un cedro de 30 metros de alto fue decorado con luces en una región que fue bastión de las FARC, como un mensaje a los guerrilleros de que depongan las armas.
"La idea general de instalar un alumbrado en un árbol de la selva va a encaminada a que en esta fecha tan especial... era y es la prioridad de llamar a la desmovilización de miembros de las FARC", dijo el general Luis Fernando Navarro, comandante de la Fuerza de Despliegue Rápido (Fudra), una unidad comando del ejército que opera en el sur del país y que instaló el árbol navideño.
El cedro fue decorado con más de dos mil bombillas de color azul y quedó activado el 6 de diciembre hasta la primera quincena de enero en un paraje de la zona rural de La Macarena, sede de la Fudra, en el departamento de Meta y a unos 275 kilómetros al sur de Bogotá, agregó el general Navarro en entrevista telefónica.
La zona de La Macarena fue escogida para la decoración del árbol porque fue una de las regiones de mayor presencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y también porque allí los rebeldes tuvieron retenidos a un grupo de uniformados que habían caído en poder de las guerrillas, aseguró el oficial.
La Macarena además es centro de un programa gubernamental implantado desde inicios del 2002 de asumir el control en regiones anteriormente dominadas por las FARC.
De acuerdo con la oficina nacional de desmovilizados, unos 15 mil 500 guerrilleros de las FARC han dejado sus armas desde 2002 y hasta 2010. Sin embargo, existe una tasa de reincidencia de más del 15% y el número de efectivos de esa guerrilla se ha mantenido estable en unos siete mil desde hace al menos un lustro, según cifras oficiales.
