Dentro de los eventos culturales y educativos de la Feria de Torreón, tenemos nuestro programa del "Lagunero Distinguido", que consiste en reconocer y homenajear a personajes nacidos en nuestra Comarca Lagunera que han dejado huella en nuestra región y en nuestro país y por lo tanto han sido sobresalientes en diferentes actividades ya sea en las artes, las letras, en programas de servicio en la comunidad, en el deporte, en actividades empresariales, educativas o bien en el campo de la investigación.
Son además un ejemplo vivo y muy claro para nuestros jóvenes en busca de un derrotero que los lleve a ser ciudadanos íntegros y comprometidos con su comunidad.
En este año con mucho acierto el Club Rotario de Torreón, a través del comité de la Feria de Torreón, escogió a un lagunero que ha embellecido con su arte escultórico nuestra ciudad, con obras monumentales en metal creando figuras icónicas que brillan en el desierto de nuestra amada tierra.
Rogelio Madero de la Peña, nació en la ciudad de Torreón, Coah., el 25 de septiembre de 1936. Inició su camino hacia la escultura, estudiando la carrera de arquitectura como un adelanto de lo que sería el manejo de los espacios y las formas.
Rápidamente encontró su vocación al cursar especialidades de diseño en el Columbus College of the Art and Design, en Columbus, Ohio, en el año 1969. Posteriormente entra de lleno en la escultura en la cosmopolita ciudad de San Francisco, en la época donde florecieron los vientos del cambio y la libertad creativa en ese impresionante centro cultural. Rogelio estudió en el San Francisco Art Institute en el año 1962 al 63.
A mitad de la década de los 60 su pasión por el arte y el deseo de refinar su práctica lo llevó a las ciudades de Nueva York, como aprendiz de escultor en mármol; posteriormente, se trasladó a El Paso, Texas y Nuevo México, creando obras escultóricas cada vez más impresionantes para espacios arquitectónicos de gran alcance al igual que hermosas piezas de joyería, barro y mármol.
El artista mantuvo vivas sus raíces mexicanas al impartir cursos en ciudades como Chihuahua, Chih., Monterrey, Nuevo León, donde pudo crear grandes obras y establecer vínculos con su Alma Mater, el Tecnológico de Monterrey; ahí de 1994 al año 2001, desarrolló ampliamente su pasión por enseñar y hacer florecer la carrera de jóvenes promesas. Prueba de ello es que el connotado escultor mexicano Sebastián, se cuenta entre sus numerosos alumnos.
Éste es un esbozo de la vida de un Lagunero Distinguido, Rogelio Madero de la Peña.
Con la nobleza de quien vuelve a la tierra que lo vio nacer, este artista sonriente deja asomar lo que tiene aún por dar a quienes admiran sus creaciones en estos parajes desérticos que esperan ansiosos el ver erguirse un rayo metálico caprichoso o una brillante figura que se recorta contra el sol lagunero, con la firma de Madero.
Su obra se levanta optimista, limpia, definida como la vida de Rogelio Madero: Arte, Metal y Corazón.
"FORTALECER COMUNIDADES, UNIR CONTINENTES".
joseignaciom47@gmail.com
