Siempre se ha ocultado el hecho, pero existió una flor que hacía que todos los hombres y todas las mujeres se unieran en el acto del amor.
Abría esa flor sus pétalos, y exhalaba su perfume. Al percibir aquel aroma los humanos formaban parejas y cumplían el amoroso rito.
Los profesionales de la religión juzgaron que aquello era culpable paganismo. Se pusieron todos a buscar la flor, y cuando la encontraron la destruyeron a pisotones, y luego arrancaron la planta de raíz.
Lo que no saben es que una semilla de la flor sobrevivió, y en su interior quedó la fuerza de la vida. Ayer unos amantes pasaron por ahí y vieron una pequeña planta que apenas salía de la tierra. La protegieron para que nada fuera a hacerle daño, y se marcharon.
Quizá de dentro de poco la planta dará flor, y entonces...
¡Hasta mañana!...