¿Con quién me topé ayer en el Aeropuerto de la Ciudad de México, terminal número 2? ¡Con mi admirado primo Rubén Aguirre Fuentes, el queridísimo Profesor Jirafales de la televisión!
Rubencito -así le decimos todos en familia- llevaba una elegante gorra, como de capitán marino, que hacía aún más elevada su estatura procerosa. Su voz, sonora y expresiva, es la misma que tiene desde la juventud.
Mi primo es nuestro orgullo. Todos en el país y el extranjero saben de su talento y de su gracia, pero nosotros sabemos también de su calidad humana -de su calidez humana-, de su carácter sencillo, de su generosidad.
Rubencito y yo compartimos eso que nuestra abuela, mamá Lata, llamaba "la farandola", o sea la farándula. Andamos por todas partes; él con su simpatía y su ingenio que no pasan; yo con palabras que se lleva el viento. Haberlo visto fue para mí un regalo inesperado. Lo agradezco a ese misterioso diosecillo que se llama "azar".
¡Hasta mañana!..