A Dios se puede llegar por dos caminos.
El primero es la fe. Es el más corto. Lo usan los humildes. Ellos hallaron ya a Dios.
El segundo camino es la razón. Largo camino es ése.
Por él marchan aquéllos que sólo creen en lo que pueden ver.
Para ellos Dios dejó pistas, a fin de que también los sabios lo puedan encontrar.
La primera pista la encontró Copérnico.
La segunda la halló Darwin.
Quedan todavía millones de billones de trillones de pistas por localizar.
Pero los hombres de ciencia las descubrirán.
Y entonces también ellos conocerán a Dios.
¡Hasta mañana!..