Me habría gustado conocer al tal Voltaire. Era dueño de esa inocente forma de asesinato llamada la ironía. Leyó la "Oda a la Posteridad", de Juan Jacobo, y comentó:
-Me temo que el poema no llegará a su destinataria.
Los que con vanidad buscan la trascendencia son casi siempre intrascendentes. Voltaire pensaba que se debe trabajar para el aquí y el ahora. Si la obra es buena permanecerá.
Me habría gustado conocer al tal Voltaire.
Sabía que el hombre debe hacer su tarea, y hacerla bien. Todo lo demás vendrá por añadidura.
¡Hasta mañana!..