El Señor hizo a Tomás de Aquino.
Lo hizo "magnus, grossus, brunus". Grande, gordo y moreno.
Tomás escribió la Suma Teológica. En ella explicó a Dios.
Por la época en que vivió el Aquinatense vivió también una mujer humilde. Mientras el teólogo estudiaba y se entregaba a sus filosofías, ella oraba y hacía obras de bien.
Murieron los dos el mismo día. Toda la catolicidad supo de la muerte del luminoso sabio. Apenas unos cuantos se enteraron de que la anciana había muerto.
Llegaron los dos al Cielo al mismo tiempo.
-Que pase primero la mujer -dijo el Señor-. Siempre entendí sus oraciones y sus obras. A Tomás todavía no acabo de entenderlo.
¡Hasta mañana!..