Dijo una:
-Tendremos que volver.
-No sé, no sé -vaciló otra-. Él mismo dijo que ya no volveríamos.
-Tú lo conoces bien -replicó la primera-. En ocasiones se deja llevar por la tristeza, y entonces dice cosas que en verdad no siente.
Terció una más:
-En eso fue absolutamente claro. Dijo: "No volverán". Pienso que si volvemos va a quedar muy mal. Hará el ridículo.
-Entiendo lo que dices -reconoció la del principio-. Pero nuestra misión es regresar. Una cosa es lo que dicen los hombres, y otra muy diferente lo que dice la naturaleza.
Pusieron el asunto a votación, y por mayoría de votos decidieron regresar.
Y entonces, igual que todas las primaveras, volvieron las oscuras golondrinas.
¡Hasta mañana!..