En el Potrero de Ábrego la Primavera llega casi siempre antes que la primavera.
Quiero decir que la primavera no obedece la fecha oficial de su llegada. ¿Acaso la primavera sabe de fechas oficiales? Espera algunos días, y a veces unas semanas, antes de irrumpir.
Y es que sabe que el invierno acecha aún. Caen a veces heladas abrileñas capaces de matar todas las primaveras, hasta la más florida. Entonces ella aguarda, cautelosa, a que el invierno se haya ido con sus fríos a otra parte.
Entonces sí, estalla triunfadora. La seña de que ha llegado ya la da el nogal que era ya viejo cuando el abuelo era joven todavía. Echa sus brotes, y esos brotes son el pregón que anuncia la presencia de la primavera.
El antiguo nogal no se impacienta. Tiene la sabiduría que dan los años bien vividos, y sabe entonces que, aunque se tarde un poco, la primavera siempre llegará.
¡Hasta mañana!..