Murió un poeta, y el Señor se puso triste.
Cuando el Señor se pone triste todas sus criaturas se entristecen.
Ellas no saben por qué.
Ignoran que su tristeza es la tristeza de Dios.
Le preguntó el hombre al Señor:
- ¿Por qué estás triste?
Respondió Él:
- Murió un poeta.
- Entiendo tu tristeza -dijo el hombre- Los poetas son un poco como tú.
-No -lo corrigió el Señor- Yo soy un poco como los poetas.
¡Hasta mañana!..