¿Qué idea tienes de Brahms? Yo, lo confieso, tenía de él la idea de un adusto Beethoven con barbas. Oyendo su música pensaría cualquiera que el autor del Réquiem Alemán era un hombre hosco, malhumorado y regañón. Pero leí una carta de Emma Engelmann, pianista que conoció a Brahms. En ella cuenta una anécdota que juzgo deliciosa. Parece ser que un gran conocedor de vinos, sabiendo de las aficiones del gran músico, lo invitó a que catara los que tenía. Sacó la que consideraba su mejor botella: "Este vino es el Brahms de mi bodega" -le dijo a modo de cumplido-. Brahms lo probó. "¿Por qué mejor no trae su Beethoven?" -dijo luego.
La ocurrencia es muy buena, y muestra que Brahms no sólo era un genio, lo cual es muy importante, sino que era además un genio modesto, lo cual es más importante aún.
¡Hasta mañana!..