El Funcionario del Estado le ordenó al señor Pérez:
-Registra tu teléfono.
Obedeció el señor Pérez, y su teléfono quedó registrado con el Número 9875641753822567256783097657800786197494756-3773899916.
-Deberás aprenderte de memoria el Número -le dijo El Funcionario al señor Pérez-, para que tu teléfono no se confunda con otro. Si hay alguna confusión podrás ir a La Cárcel.
Inútilmente el señor Pérez trató de grabarse en la memoria el Número. Por más esfuerzos que hacía equivocaba siempre alguno de los dígitos. Fue entonces a La Cárcel, condenado a los mismos años de prisión que los marcados por su Número. Un par de años después el Registro desapareció, pues se acabaron los números para registrar teléfonos. El señor Pérez, sin embargo, está en La Cárcel todavía. Los Jueces se han olvidado de él.
¡Hasta mañana!..