Me habría gustado conocer a aquel camarógrafo de cine.
Rodó una película de Marlene Dietrich. Pasados 20 años fue llamado para hacer otro film, también con ella.
Después de las primeras tomas la Dietrich se quejó. Le dijo al camarógrafo:
-No me gusta cómo me veo. Parezco otra. Debe usted estar haciendo algo mal.
-Perdóneme, Miss Dietrich -respondió con suavidad el hombre-. Es que ahora soy 20 años más viejo.
Me habría gustado conocer a aquel camarógrafo de cine.
Conocía el sutil arte de decir las cosas sin decirlas.
¡Hasta mañana!...