Las enormes máquinas removían la tierra en el lugar donde se iba a construir una autopista.
-Si no fuera por esas máquinas -le dice un líder al jefe de la obra- mil hombres con pala podrían trabajar aquí.
-Es cierto -responde el ingeniero-. Y si no fuera por esas palas podrían trabajar aquí un millón de hombres con cucharitas para el té.
Se habla mucho de un supuesto conflicto entre el hombre y la máquina. No creo que exista tal conflicto. Siempre, de una manera u otra, las máquinas son beneficio para el hombre. Esta computadora en la que escribo, por ejemplo: tiene complicaciones de mujer, y no la entiendo, pero sin ella no podría hacer mi trabajo como lo hago, si no bien al menos con rapidez.
La máquina no es enemiga del hombre: es obra de los hombres. En cada máquina están todos los hombres que la hicieron. La máquina, por tanto, es muy humana. Cuando veamos el letrero: "Hombres trabajando'' pensemos que se refiere también a las máquinas que se usan ahí.
¡Hasta mañana!...